El CNIO halla nuevas funciones de una proteína importante en ciertos tumores y enfermedades raras

MADRID
SERVIMEDIA

Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han hallado nuevas funciones de un complejo proteico primordial para la división celular, la cohesina, que ayudará a comprender el papel de las mutaciones de esta proteína en ciertos tipos de cáncer y en las enfermedades como el síndrome de Cornelia de Lange.

También podrá esclarecer mutaciones en tumores como el de vejiga, la leucemia mieloide aguda o el sarcoma de Ewing, explicaron los investigadores. Y es que la cohesina es un complejo proteico esencial para la correcta separación de los cromosomas durante la división celular.

En los últimos años, se ha comprobado que también juega un papel importante en la organización espacial del genoma, que se pliega “como un origami” y es fundamental en procesos de tanta importancia para la célula como son el control de la expresión génica, la replicación del ADN o su reparación.

Mutaciones en la cohesina están presentes en ciertos tipos tumorales y en el origen de las enfermedades raras conocidas con el nombre de cohesinopatías. Ahora, el Grupo de Dinámica Cromosómica que lidera Ana Losada en el CNIO describe en ‘Cell Reports’ nuevas funciones de este complejo en células madre embrionarias de ratón, que podrían ayudar a comprender y atajar en el futuro el origen de estas enfermedades.

En 2018, una colaboración entre el equipo de Losada y el grupo de Marc Marti-Renom en el Centro Nacional de Análisis Genómico-Centro de Regulación Genómica (CNAG-CRG), determinó el papel de cada variante en las células humanas de tejido.

Ahora, los investigadores del CNIO han querido dar un paso más allá y ver su contribución a la peculiar arquitectura genómica de las células madre embrionarias, aquellas capaces de generar los diferentes tipos de células que componen un ser vivo y dan lugar al embrión que luego será un futuro organismo adulto.

“Para nosotros ha sido importante confirmar que lo que habíamos visto en células humanas ocurre también en células madre embrionarias de ratón, que son tan diferentes”, explicó Losada. Y es que el estudio añade un nuevo conocimiento, relacionado con la especial estructura de las células madre embrionarias: “Ahora tenemos el valor añadido de ver cómo contribuye la cohesina a los dominios Polycomb”, añadió.

Los dominios Polycomb constituyen un nivel de organización espacial del ADN que sólo se da en las células madre embrionarias, como si se tratara de un plegado extra en el origami de su genoma que no tienen las células ya diferenciadas de tejido. Estas regiones, caracterizadas por la presencia de los complejos de proteínas Polycomb, son esenciales para impedir la expresión de los genes encargados de empezar a fabricar las células de los diferentes tejidos del organismo.

(SERVIMEDIA)
18 Jun 2019
GIC/gja