En una entrevista en TVE recogida por Servimedia, Garzón subrayó que le corresponde al PSOE "ganarse" los apoyos necesarios para garantizar la investidura de Sánchez, y "la anomalía" es que casi dos meses después de las elecciones "no ha hecho esfuerzos relevantes" para conseguir esos apoyos.

Pese a las ofertas verbales, precisó que "no está escrito en ninguna parte" lo que el PSOE quiere hacer no solo con la investidura sino para gobernar después, y el hecho de que siga pidiendo la abstención del PP y de Ciudadanos explica por qué la negociación no está "suficientemente avanzada" con quien sí se ha mostrado dispuesto a garantizar la estabilidad.

Garzón alertó de que está habiendo "mucho teatro que desespera a la ciudadanía", y aseguró que lo relevante de la negociación no es el número de ministerios que corresponde a cada formación ni qué ministerios son, sino el tipo de acuerdo al que se llega y cómo se asegura su cumplimiento.

Dejó claro que no desea una repetición de elecciones y tampoco cree que ese escenario esté en la cabeza de Pedro Sánchez porque nadie asegura que "tirar los dados de nuevo", con un previsible aumento de la abstención en la izquierda, arroje una posibilidad de gobierno del PSOE como la que sí existe ahora. Esa opción, dijo, "puede llevarse a Pedro Sánchez de la Presidencia".

Sin embargo, reiteró, las circunstancias obligan a un acuerdo que solo puede ser con Unidas Podemos, y para materializarlo Sánchez tiene que aceptar "de una vez por todas" que Ciudadanos no le va a facilitar la investidura.

Garzón cree que "cualquier cosa es negociable" entre el PSOE y Unidas Podemos y no debería haber "ninguna línea roja" por ninguna de las dos partes, pero considera que sería un "error" vetar la presencia de Pablo Iglesias en el Gobierno, entre otras cosas porque Unidas Podemos va a someter a consultar su apoyo al PSOE y no sería buen comienzo partir de un veto a su máximo dirigente. En todo caso, cree que eso ahora "no está sobre la mesa".