Iglesias inauguró por sorpresa unas jornadas que organizaba Unidas Podemos en el Congreso en defensa de los servicios públicos y aprovechó para señalar que éste es uno de los motivos por los que su partido pretende un Gobierno de coalición, para garantizar desde dentro de él que lo pactado se cumple.

“Fiarse de la palabra de un político es lo más imprudente que se puede hacer en la vida”, afirmó, desdeñando expresamente la comisión de seguimiento de los acuerdos que Sánchez le ofreció incorporar ayer en su fallida reunión en el Palacio de la Moncloa.

Así las cosas, insistió en que, si los poderes económicos y mediáticos no “doblan el brazo” al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y le hacen abstenerse en la investidura (y cree que no lo van a conseguir porque Rivera piensa que “le es más rentable electoralmente ponerse en posiciones de extrema derecha"), al PSOE no le quedará más remedio que negociar un Gobierno de coalición con Unidas Podemos.

Por eso, recomendó “tranquilidad” y atisbó que ese posibilidad “está mucho más cerca de lo que podría parecer, porque la política está dominada por correlaciones de fuerza”. En este sentido, advirtió: “No estamos para creer promesas, sólo nos vamos a mover a partir de las garantías”.

Pese al rechazo actual del PSOE a ese Gobierno de coalición, Iglesias dijo que “un elemento muy revelador de lo cerca que está aunque haya que esperar dos meses y medio” es la campaña mediática para convencer a Rivera, que no se daría “si no vieran la posibilidad real y efectiva de que finalmente nos vamos a poner de acuerdo". En todo caso, reiteró que la posición la fijarán los inscritos.