Esta fue la idea principal de una mesa de diálogo organizada por Auchan Retail España y Servimedia en Torre Ilunion, en Madrid, en la que participaron la directora de comunicación y relaciones institucionales y portavoz de Organización Consumidores y Usuarios (OCU), Ileana Izverniceanu; Aurelio del Pino, presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES); Pilar Llácer, representante del EAE Business School y asesora ética de inteligencia aritifical; Álvaro Gallego, representante del Alto Comisionado para la Agenda 2030; y José Ángel Rupérez, presidente de Ecología y Desarrollo (Ecodes); en un debate moderado por el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa.

El debate comenzó con una definición de qué es el consumo responsable, sobre el que Ileana Izverniceanu, portavoz de la OCU, señaló que “es todo aquello que tiene en cuenta el consumidor antes de comprar un producto o contratar un servicio; no sólo tiene en cuenta el parámetro precio y calidad, sino otros como el impacto que tiene en su entorno, y no sólo en el más cercano, sino en el medioambiental, económico, social, el que afecta al barrio… parámetros que antes no tenía en cuenta”.

Por su parte, el presidente de ACES, Aurelio del Pino, indicó que “es una decisión consciente del consumidor, que tiene en cuenta a la hora de hacer la compra no sólo el aspecto del precio sino otros que condicionan su decisión de compra; pero no es sólo compra responsable sino también qué es lo que hace a partir de lo que compra, todo lo que es una actitud proactiva del consumidor”.

Por otro lado, Pilar Llácer aseguró que “estamos en un cambio de hábitos de consumo brutal”, para a continuación destacar la mayor concienciación de las generaciones jóvenes. “Se percibe clarísimamente frente a mi generación un cambio maravilloso, que es la plena consciencia que tienen del impacto de su acción a nivel social y medioambiental”.

En la misma línea se expresó Álvaro Gallego al señalar que “el consumidor tiene cada vez más poder” y que “cuando entras en el supermercado eliges qué producto comprar y qué sistema apoyas, qué sistema va con el tuyo, es tu voto diario de ‘yo estoy a favor de esto’”. Sobre este punto, Izverniceanu resaltó que según las encuestas realizadas por la OCU, en 2012 el 55% de los encuestados afirmaban que el consumo era “un arma potentísima” mientras que en 2019 ha subido al 62%”.

RSC

Otra cuestión a tratar fue el papel jugado por la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en las empresas y el enfoque que éstas tienen que darle. En este sentido, el presidente de la patronal de supermercados afirmó que “la RSC es una herramienta de gestión empresarial de la que las empresas están convencidas, y tienen que gestionarla de una manera holística a través de informes con los que los directivos se preguntan si están haciendo las cosas bien; es una herramienta de gestión, no sólo una herramienta de comunicación ni de tratar de lavar la imagen, sino una palanca de gestión como la de recursos humanos o la financiera”.

A esta idea, Llácer respondió que “la ética no es una herramienta”, mientras que Rupérez señaló que “la RSC tiene que formar parte del ADN de la empresa y tiene que impregnar el comportamiento desde el director hasta el último trabajador de la empresa; es básico, la empresa tiene que dar ejemplo”.

Por último, los participantes también hablaron sobre la necesidad de transitar de la economía lineal a la economía circular, así como sobre el papel que los gobiernos deben jugar en el impulso del consumo responsable a través de las leyes.

Sobre la economía circular, Rupérez destacó la necesidad de tener en cuenta la “dimensión cuantitativa” del consumo, en referencia a que lo responsable es “comprar lo necesario”, a lo que Izverniceanu añadió la importancia de acabar con la obsolescencia programada e incentivar que las reparaciones sean más baratas que la compra de un nuevo producto.

Asimismo, Gallego aseguró que “hace falta más transparencia” en cuanto a la normativa de etiquetado para que “incentive este cambio de la economía lineal a la circular”, mientras que Llácer opinó que “las leyes se quedan pequeñas y locales” al considerar que “es un problema del planeta” y de “que todas las legislaciones locales estén de acuerdo”.