Tras denunciar que el sistema autonómico supone “más gasto público ineficaz, más deuda y menos libertad”, dijo que “ha sido utilizado en otras regiones de España como instrumento para dinamitar la unidad de la nación”.

Explicó que el 26 de mayo, “muchos madrileños nos votaron porque su confianza en el modelo autonómico está agotada” y manifestó que “la defensa de los derechos y las libertades llevaron a cientos de miles de madrileños a depositar su confianza” en Vox.

Sobre los resultados del 26 de mayo, dijo que el PSOE ganó las elecciones, el PP las perdió por primera vez en 24 años y Cs “mejoró sus resultados, pero no alcanzó su objetivo de superar al PP”.

Asimismo, indicó que los 12 diputados de Vox son necesarios para que la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, sea investida presidenta de la Comunidad de Madrid. Tras explicar que Cs también necesita a Vox para que Ignacio Aguado, sea “lo que tanto desea, ser vicepresidente”, aclaró “que nosotros, no deseamos formar parte de ese gobierno”. Explicó que lo que quiere Vox es que la voz de sus votantes “se escuche nítidamente en las instituciones y que su voluntad sea respetada”.

MANO TENDIDA

“Nosotros hemos mantenido la mano tendida y la seguimos manteniendo”, según Monasterio, quien señaló que “queremos un gobierno alternativo a la izquierda, cada vez más sectaria y queremos que este gobierno llegue cuanto antes”.

Afirmó que “hasta el momento no ha sido posible un acuerdo por el inmovilismo de Aguado” y acuso a esta formación de “hacer el juego al apartheid dictaminado por la izquierda, que lanza sus huestes a lo largo del territorio nacional contra todo aquel que no piense como ellos”.

“No pueden hacer el juego porque cuando acaben con nosotros, que ya les gustaría, irán a por ustedes”, consideró la líder de Vox, quien recordó que “los diputados de Ciudadanos han comprobado en sus propias carnes cómo actúa la izquierda y sus satélites mediáticos”.

Tras pedir al socialista Ángel Gabilondo que “desautorice las vergonzosas manifestaciones del ministro Fernando Grande-Marlaska” con relación al Día del Orgullo, manifestó que es “una obligación hacer frente común a esta izquierda totalitaria que acabamos de escuchar”.

A su juicio, “todos los votantes del PP, Ciudadanos y Vox estarán de acuerdo con nosotros. Porque entre nosotros hay muchas diferencias pero lo que nos debe unir, y si no lo verán ustedes al tiempo, es frenar la agenda político-cultural de la izquierda”. Aseguró que los votantes de Vox “quieren que cambiemos las políticas, no que demos continuidad a las establecidas por el consenso socialdemócrata”.