Pastor subrayó que “cuando se produce la subasta en Andalucía, compiten varios laboratorios que luego no son capaces de dar suministro del medicamento con respecto a la demanda de los pacientes y, por ello, al final tienen que ir a su rescate el resto de laboratorios que tienen cuotas de ventas en el resto de España”.

Además, añadió que estas subastas “no sólo son una puntilla a las oficinas de farmacia tradicionales que dan servicio a las zonas rurales y en las que, seguramente, no exista otro punto de salud de referencia, sino que también son muy perjudiciales para la industria farmacéutica española, ya que las tres primeras empresas privadas que dan servicio de genéricos son de titularidad española”.

El presidente del Grupo Cofares recordó que las farmacias también “sufren los avatares de los precios de los medicamentos, de sus bajadas y de sus márgenes, que están perjudicando sobre todo al tejido rural de la farmacia, que, además, sufre la despoblación de estas zonas”.

Ante esta situación, Pastor hizo hincapié en que si se quiere mantener una sanidad “como la que tenemos en España y que es de las mejores del mundo, deberemos dejar de hablar de gasto de farmacia y de salud porque esto es una inversión ya que cuidamos de personas”.

Por ello, puntualizó que "la industria farmacéutica y la sanidad en general necesitan una inversión del Estado suficiente como para mantener este sistema de salud, ya que el actual porcentaje que se invierte actualmente en sanidad en el Producto Interior Bruto es insuficiente”.