Salud

Expertos recomiendan la marcha nórdica a los pacientes con síndrome de Sjögren

MADRID
SERVIMEDIA

El ejercicio físico, y sobre todo la marcha nórdica, es fundamental para el correcto funcionamiento del sistema cardiovascular, metabólico, endocrino, nervioso y el aparato locomotor de los pacientes con síndrome de Sjögren, una enfermedad reumática, autoinmune y crónica, según afirmaron expertos de la Sociedad Española de Reumatología.

Es conocido el beneficio del ejercicio físico en la osteoporosis, hipertensión, diabetes mellitus o enfermedades respiratorias. La doctora Mónica Fernández Castro, reumatóloga en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda y experta en esta patología, recordó que “realizar alguna actividad física de forma regular y controlada es una excelente forma de cuidar el aparato locomotor y evitar la atrofia muscular y la anquilosis de las articulaciones. Por ello se debe considerar como una parte importante del tratamiento de los pacientes con síndrome de Sjögren”.

Por su parte, Carmen López Valiente, portavoz de la Asociación Española del Síndrome de Sjögren (AESS), explicó que “además de mejorar la coordinación, aumentar el tono muscular y favorecer la disminución de los parámetros asociados al síndrome metabólico que puedan aparecer en estos pacientes, puede ser una forma de sociabilizar con otras personas, de manera que contribuye a reducir la depresión o ansiedad y a mejorar la autoestima”.

El tipo de actividad debe adaptarse a cada paciente, aunque “como norma general se recomienda un ejercicio diario, de intensidad leve, evitando los lugares secos y con una hidratación externa continuada”, apuntó la reumatóloga.

Según informó la Sociedad Española de Reumatología, la marcha nórdica es un deporte de bajo impacto que se adapta a dicha prescripción, ya que moviliza el 90% de la musculatura del cuerpo, ejercitando tanto el tren inferior como el superior, al tiempo que favorece la flexibilidad articular y mejora la coordinación.

Los síntomas del síndrome de Sjögren están relacionados con la destrucción de las glándulas exocrinas. Entre ellos, destacan la sequedad ocular (xeroftalmia) por disminución de la secreción lacrimal, la sequedad bucal (xerostomía) por disminución de la secreción de saliva y la sequedad nasal y vaginal. También es muy frecuente el dolor articular y muscular y el agotamiento, que puede llegar a ser extremo.

Esta patología afecta de manera predominante a mujeres, con una tasa de prevalencia del 0,33% de la población adulta en España.

(SERVIMEDIA)
22 Jul 2019
ABG/caa