La CNMC ha decidido mantener la designación de Cellnex como 'operador con poder significativo' de mercado. Sin embargo, ha flexibilizado las condiciones del marco regulatorio con el objetivo de facilitar acuerdos de acceso entre Cellnex y sus competidores y, con ello, la entrada efectiva de proveedores alternativos que presten el servicio de difusión a los radiodifusores.

Según explica el regulador en un comunicado, bajo este nuevo enfoque, la modalidad de acceso mediante coubicación en los centros de emisores de la red de Cellnex deja de tener un carácter preferente frente a la modalidad de interconexión. Con este cambio los operadores alternativos podrán solicitar acceso a la red de difusión de Cellnex en cualquiera de ambas modalidades, en función de las necesidadades de su modelo de negocio y sin ningún tipo de restricción adicional, más allá de las propiamente técnicas.

Asimismo, se sustituye la obligación de control de precios basada en la “orientación a costes” por una obligación de “precios razonables”. Cellnex seguirá obligada a cumplir con las obligaciones de contabilidad de costes y de separación contable. Esta información de costes servirá de referencia para determinar si los precios ofrecidos que ofrece el operador con poder significativo de mercado son razonables. Es decir, que no son excesivos ni provocan una compresión de márgenes.

A pesar del entorno competitivo, Cellnex controla un recurso difícilmente replicable por otros competidores como es la aúnica red de difusión de televisión digital terrestre con cobertura nacional. Es el único operador que ofrece el servicio de difusión a los radiodifusores nacionales (tales como Corporación RTVE, Atresmedia o Mediaset) habiéndose limitado la entrada de competidores a los ámbitos autonómicos y local. En la Unión Europea, la prestación del servicio portador de difusión de televisión por ondas terrestres está regulada en Finlandia, Francia, Irlanda, Polonia y Suecia.

QUEJA DE LAS TELES

Cadenas pequeñas de televisión en abierto se han quejado por las tarifas “abusivas” que consideran que les cobra Cellnex por el transporte de la señal de la TDT en abierto, y Competencia abrió una consulta pública al respecto.

Cellnex tiene una cuota a nivel nacional del 100% en el control de la red de difusión de la TDT, es el único operador que suministra servicio a los radiodifusores nacionales y la entrada de competidores en este negocio se ha limitado al ámbito autonómico y local.

Cellnex tiene que facilitar el acceso a terceros a sus centros de difusión de la red nacional. No podrá limitar el acceso en función del uso que se vaya a hacer de sus emplazamientos o de la tecnología que se vaya a emplear, siempre y cuando el servicio a prestar consista en la difusión de las señales de televisión por ondas terrestres en cualquier ámbito geográfico o servicios conexos como por ejemplo el servicio de transporte.

Cellnex deberá ofrecer a los terceros operadores que así lo soliciten los servicios de acceso a su red “a precios razonables, tanto para las modalidades de coubicación como de interconexión”. “En ningún caso los precios ofrecidos a terceros por Cellnex podrán ser excesivos ni comportar una compresión de márgenes operativos del operador solicitante que impida la entrada de un operador eficiente”, señala un anexo de resolución de la CNMC.

Cellnex deberá hacer públicos en todo momento a los operadores terceros los precios aplicables a los servicios de acceso así como sus modificaciones, mediante la publicación de dichos precios en la oferta de referencia que este operador debe poner a disposición de terceros.

Los precios de los servicios de acceso, así como cualquier modificación que se pueda producir respecto de los mismos, deberán ser asimismo comunicados a la CNMC.

Competencia aboga por "un marco regulatorio más flexible que el vigente", que permita la consecución de acuerdos de acceso entre Cellnex y sus competidores y, con ello, aumente el número de proveedores alternativos para los radiodifusores. Para ello, propone eliminar la obligación de control de precios basada en la orientación a costes y sustituirla por una obligación de precios razonables.