Esta corriente interna de Podemos, dominante en el partido en Andalucía y crítica con la dirección estatal, publicó un hilo en su perfil de Twitter con motivo de la consumación de la investidura fallida de Sánchez.

Fijan tres objetivos: "Que no gobierne la derecha, conseguir mejoras para la gente trabajadora e ir perfilando una propuesta de sociedad justa y democrática, ecosocialista y feminista", con medidas concretas como "derogar la reforma laboral y la ley mordaza, blindar las pensiones, subir los salarios, prohibir los despidos en empresas con beneficios y modificar el artículo 135 para invertir en lo público".

Desde estas premisas, los Anticapitalistas entienden que "si el PSOE quiere gobernar en minoría con el permiso temporal de la izquierda, debe conseguir los votos cumpliendo esas demandas", por lo que proclamaron: "Basta ya de chantajes, basta de prometer en campaña electoral y no cumplir en el gobierno".

En crítica obvia a la estrategia de la dirección que ya habían verbalizado repetidamente en los últimos meses, advierten de que "entrar en un gobierno liderado por el PSOE significa atarse de pies y manos a un partido que ha vuelto a demostrar que su único objetivo es descafeinar las ganas de cambio del pueblo".

Desde su punto de vista, "la izquierda necesita independencia política para trazar y construir un rumbo diferente". Así, concluyen repitiendo el consejo que daban para el escenario posterior al 28 de abril. "Nuestra propuesta para septiembre: negociar desde la izquierda un acuerdo programático de investidura a cambio de permitir el gobierno del PSOE y pasar a la oposición a construir una alternativa", indican.

Uno de los representantes más destacados de Anticapitalistas, el eurodiputado Miguel Urbán, apuntó por su parte en Twitter que "más allá del trilerismo ministerial, la propuesta de Sánchez era un trágala programático para Unidas Podemos".