Según informa el Estado Mayor de la Defensa (Emad), las Fuerzas Armadas españolas comenzaron en marzo de 2014 su misión de apoyo a la operación ‘Sangaris’ en República Centroafricana, operando con el avión T-10. El 3 de octubre de ese mismo año comenzaba su andadura en la operación T-21, del Ala 35 del Ejército del Aire, alcanzando este mes de agosto esta cifra de horas de vuelo apoyando a la actual operación ‘Barkhane’.

En este tiempo, el avión español ha llevado a cabo vuelos de abastecimiento aprovechando su “gran versatilidad y fiabilidad”, realizando hasta el momento 1.900 salidas en las que ha transportado alrededor de 13.200 pasajeros y unas 1.900 toneladas de material.

A pesar de las condiciones meteorológicas propias del continente africano, las tripulaciones, los equipos de mantenimiento, el personal de seguridad, la Terminal Aérea de Operaciones Combinadas y sanidad, han mantenido un “elevado grado de operatividad” que ha permitido realizar prácticamente todas las misiones de vuelo programas en una zona que abarca desde el río Congo hasta el Sahel.

Al mismo tiempo, se han integrado totalmente en la estructura de mando y control francesa a través del Mando Componente Aéreo (JFAC, por sus siglas en inglés) de Lyon (Francia), lo que ha permitido operar con los efectivos franceses, especialmente los destacados en Gabón.