Así se pronunció López, en declaraciones a los periodistas tras tomar posesión de su cargo como consejero autonómico, acerca de las críticas que ha recibido por asumir una responsabilidad en un gobierno liderado por el PP a pesar de haber sido apartado de los casos Bárcena y Gürtel por su afinidad con este partido.

“Si hubiera tenido posibilidad de juzgar esos asuntos, lo hubiera hecho con pleno respeto a la ley”, aseveró. También se refirió a la multa de 1.440 euros y la retirada del carné de conducir que se le impuso en 2014 por un delito contra la seguridad pública al conducir ebrio.

Lo hizo para reconocer que cometió un “grave error en su momento”, que “pagué caro”, que le costó la dimisión, pero que le sirvió para fortalecerle personal y profesionalmente.

Esto le sirvió para destacar que “una sociedad democrática ha de apostar muy seriamente por la no comisión de delitos y por la reinserción (del que los comete)”.

Rechazó que la nomenclatura de la consejería que ha asumido sea un guiño a Vox y advirtió de que las víctimas “no puede dividir nunca a los partidos”, ya que éstas “han dado una lección por España” al no haber buscado “nunca la revancha” sino la “verdad”, la “justicia” y la “reparación”.

Por otro lado, enumeró las prioridades que moverán su acción de gobierno al frente de la Consejería de Justicia, Interior y Víctimas del Terrorismo: puesta en marcha de un plan de racionalización de los 21 partidos judiciales de la región, apuesta por una política de calidad y “calidez” al ciudadano, situar a los funcionarios de justicia como una “pieza clave” en el “mecano” del sistema judicial, mejorar la cooperación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, facilitar a éstas ayudas para la vivienda y de tipo escolar, profundizar en la formación de los policías locales, mantener la apuesta por el Servicio de Emergencias de la Comunidad y mejorar la atención a las víctimas del terrorismo.