Así se pronunció Gamarra, en declaraciones a los periodistas tras visitar Zaragoza junto con el alcalde de la ciudad, el popular Jorge Azcón, en las que contrapuso la “capacidad de acuerdo consenso y diálogo” del PP para fraguar acuerdos en aquellas comunidades autónomas y ayuntamientos donde gobierna con la actitud de Sánchez, que “sí, ganó las elecciones, pero, pasados más de cien días, ha bloqueado España, abocando al país a la parálisis”.

Por ello, le reclamó que “trabaje”, afeándole que “desde su fracaso en julio” –en su tentativa para ser investido- haya pasado el mes de agosto “sin hacer nada” y aventuró que en septiembre “no tiene mucho interés en hacer muchas cosas”.

Le acusó de haber tomado a los españoles como “rehenes” y le reprochó que no se haya puesto en contacto últimamente con el presidente del PP, Pablo Casado, para “tratar los asuntos que importan a España”.

Puesto que “suspendió en julio” y que “tiene casi el suspenso en septiembre”, le retó a aclarar si trabaja en aras de la formación de un nuevo gobierno o si ha decidido que se celebren nuevos comicios. "Que no nos falte al respeto. Eso es lo mínimo que merecemos los españoles”, aseveró.

A su vez, le ofreció al apoyo del PP para labrar pactos de Estado, en caso de que logre ser investido, y le censuró que tenga “alergia” al Congreso de los Diputados para explicar su política migratoria tras la crisis del Open Arms y los acuerdos adoptados en las últimas reuniones del Consejo Europeo. “Si no va por voluntad propia, le llevaremos por las orejas”, advirtió.

Respecto del Open Arms, acusó a Sánchez de haberse movido por la “improvisación, la demagogia y los bandazos”, instándole a explicar qué técnicos recomendaron que la mejor opción para recoger a los inmigrantes allí embarcados era el envío de un buque de la Armada en lugar de un avión del Ejército del Aire y a detallar cuál es el coste de esta operación.

También denunció la “asfixia” y la “presión” ejercida por el PSOE a través de los ministerios en funciones al resto de administraciones desde el plano económico. Dejó claro que el PP no facilitará la investidura de Sánchez después del “portazo” sufrido con la configuración del Gobierno en Navarra o en materia migratoria, y reconoció que unas nuevas elecciones son “malas para España”.

No obstante, comentó que “la única persona que sabe lo que va a ocurrir” en un futuro próximo es Sánchez, que tiene una “hoja de ruta” trazada desde la noche electoral y que “está jugando y utilizando a los españoles desde el tacticismo”.