Así lo recoge la Memoria de la Fiscalía presentada este lunes por la fiscal general del Estado, María José Segarra, en la apertura del año judicial. Los datos arrojan una ligera reducción del 1,60% en comparación con los 59.594 incautados el ejercicio anterior.

Se trata de la menor cifra detectada en los últimos años, pese a que aún ronda el 10% de las más de 500.000 unidades retiradas de la circulación en el conjunto del Eurosistema durante el pasado ejercicio.

En España la policía decomisó billetes espurios por un valor algo superior a los 2,77 millones de euros en las distintas operaciones efectuadas, y otros fueron retirados a través del sistema financiero cuando llegan a ventanilla de las entidades.

Por denominaciones, la falsificación del billete de 50 euros concentró la mayor parte, con el 52% de las unidades interceptadas; seguido por las denominaciones de 20 euros, con un 14%; siendo poco significativas la incidencia en billetes de otro valor.

La memoria de la Fiscalía revela que la mayor parte de los billetes falsos detectados en España y en el Eurosistema pertenece a alguna de las 10 falsificaciones más representativas, "lo que indica una concentración” en esta actividad delictiva.

Por área geográfica, el documento revela una "importante concentración geográfica" en base a los datos y actuaciones acometidas por las autoridades ya que 85% de las falsificaciones se localizaron en siete comunidades autónomas: Madrid, que aglutinó un 34% del total; la Comunidad Valenciana (18%), Islas Baleares (12%), Murcia (8%), Andalucía (7%) y Cataluña (6%).

La Fiscalía indica que no existen indicios de que el origen de las falsificaciones sea España, ya que los billetes detectados con posible origen nacional "son de baja calidad y de un bajo número de billetes incautados" porque, en su mayoría, son simples copias o escáneres de billetes.

Su procedencia es de Reino Unido, Centroamérica e Iberoamérica y, sobre todo, Italia. Los cuatro países y zonas de origen suponen en su conjunto el 85% del dinero falso incautado y de ese porcentaje, el 90% son billetes identificados como pertenecientes al Grupo Nápoles según la denominación acuñada por el Banco Central Europeo (BCE) para el que actualmente supone el mayor foco de riesgo de este problema en la zona euro.

No en vano, en España se han desmantelado diversas redes de introducción que adquirían los billetes en Italia y los introducían en el mercado empleando para ello diversos medios (avión, vehículos, personas, autobuses de línea, barcos, paquetería postal, etc.).

Ya en el país los introducían por un sistema de "goteo" apoyándose en una red de compradores que realizaba operaciones de cuantías menores, obteniendo a cambio el doble beneficio del artículo adquirido y el cambio de dinero restante.

Según la Fiscalía, el modus operandi es de dos redes: la que falsifica el billete y la que lo introduce, con la dificultad añadida para su detección de que sus pobladas ramificaciones permiten efectuar las operaciones en múltiples localidades de distintas comunidades autónomas.

Junto a los billetes, el pasado año se detectaron además en España 44.423 monedas, una cifra superior a las 32.806 incautadas en el año 2017 y a las 38.441 registradas en el 2016.

En cuando a divisas extranjeras, se retiraron 1.843 billetes falso de dólares por el circuito financiero, muy por debajo de los 8.693 registrados un año antes; y 1.101 unidades en libras esterlinas, también inferior de las 1.145 unidades del año previo.