Lo hizo en su intervención con motivo de la comparecencia de Sánchez en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de los dos consejos europeos del 20 y 21 de junio y del 30 de junio al 2 de julio. Una intervención que comenzó con un reconocimiento a su diputada Victoria Rosell tras la condena del juez Salvador Alba por confabular contra ella, de lo que dedujo que “las cloacas no siempre ganan”.

Seguidamente, pasó a reivindicar que, para afrontar los desafíos europeos, España necesita “un gobierno estable con base parlamentaria sólida y que apueste por los derechos sociales" y la “protección de los vulnerables”, especialmente si llega una recesión”.

Del Partido Demócrata y el Movimiento Cinco Estrellas italianos, correlatos aproximados del PSOE y Unidas Podemos, dijo que entre ellos “ha habido mucha más dureza y aspereza que entre ustedes y nosotros”, pero han entendido que “es preferible siempre un Gobierno de coalición que una repetición electoral”.

En este sentido, interpretó que “la gente no ve bien cuando se trata de adelantar elecciones para obtener beneficios electorales; es lo que le ha pasado a Salvini”. También en comparación con el ministro del Interior italiano en funciones, afeó al Gobierno socialista su viraje en la política migratoria y haber dejado de defender a las ONG que hacen el trabajo que deberían hacer los estados.

Por eso, concluyó que Sánchez se equivocará si hace caso a los asesores que le dicen que, por lograr algún escaño más, le conviene obligar a españoles a votar otra vez”, y le advirtió de que, si apela al PP o Ciudadanos para que se abstengan como volvió a hacer hoy, “destruirá un valiosísimo patrimonio político”, el que se granjeó cuando ganó las primarias contra el aparato del PSOE y le convirtió, dijo, en “la gran esperanza de la socialdemocracia en el mundo”.

Así, remató: “Le vuelvo a tender la mano”. Le llamó a volver a negociar sobre las propuestas de Gobierno de coalición que ambas fuerzas se intercambiaron en julio, insatisfactorias para una y otra. Para Unidas Podemos por estar “muy lejos de la proporcionalidad” y para el PSOE porque quiere un Gobierno de partido único.