Fueron las dos únicas novedades del intercambio en que Iglesias y Sánchez se enfrentaron dialécticamente por tercera vez hoy en el Congreso de los Diputados a cuenta de las negociaciones de investidura. Se produjo a resultas de una pregunta del primero al segundo en la primera sesión de control al Ejecutivo de la legislatura, que también podría ser la última. Antes lo habían hecho en sus dos turnos con motivo de la comparecencia de Sánchez para explicar los últimos consejos europeos de junio, donde también incluyeron referencias a esta cuestión.

La pregunta, que Iglesias se limitó a recitar sin más comentarios, era qué balance hacía Sánchez de su labor en los meses que lleva en funciones desde la convocatoria de las elecciones de abril.

El presidente respondió, también brevemente, que la misma que de los meses en que el Gobierno estuvo con plenas capacidades, defendiendo la regeneración democrática y la justicia social, y reprochó a Unidas Podemos que quiera incorporarse al Gobierno, no para unir fuerzas con el PSOE, sino “porque quiere controlarnos porque dice que no se fía”. Y vaticinó: “Eso lo tendrá que explicar”.

En su réplica, Iglesias afeó a Sánchez que sólo haya incorporado un apoyo a su investidura, aunque diga “que la culpa no es suya, que es básicamente de los demás”, y le invitó a “reflexionar”. Acto seguido, enumeró los sucesivos vetos que Unidas Podemos ha consentido al PSOE: ministerios de Estado, no hablar de Cataluña, no imponer sus propuestas económicas y su presencia personal en el Consejo de Ministros.

El líder de Podemos, después de que Sánchez le reprochara repetidamente en su comparecencia anterior no haber aceptado el Gobierno de coalición que le ofreció en julio, diagnosticó: “Tengo la sensación de que no lo decía en serio, porque una propuesta que se hace en serio no dura tres días, no se negocia en tres días. Lo lógico es que esa propuesta la hubiera mantenido”.

“Yo creo que mi renuncia le descolocó y estuvo simulando que proponía un Gobierno de coalición que en realidad no se creía”, continuó Iglesias, que sentenció en dura advertencia a Sánchez que en un político hay “algo más importante que la ideología o la coherencia, y es su palabra”.

En correspondencia con la enumeración de Iglesias, Sánchez desgranó las a su juicio cinco propuestas que ha hecho el PSOE a Unidas Podemos: gobierno en solitario con apoyo externo, independientes cercanos a Podemos en el Consejo de Ministros, miembros de la formación en puestos institucionales ajenos al Gobierno y, finalmente, la coalición con la vicepresidencia social para Irene Montero que se le exigía y tres ministerios.

También contradijo a Iglesias en que el PSOE sí ofreció un ministerio de Estado a Unidas Podemos; en concreto, el de Cooperación, que desde su punto de vista sí es de Estado. “Ustedes han rechazado todo esto”, recriminó, asegurando: “Hemos respetado profundamente a Unidas Podemos”. Por último, pidió otra vez a Iglesias “que reflexione” y que “no lleve al país de nuevo a unas elecciones” ni bloquee la investidura de un gobierno socialista como en 2016 y en julio pasado.