La titular de Educación convocó esta reunión porque quería escuchar de primera mano las explicaciones del sector sobre las presiones que la semana pasada dijeron que sufren por parte de algunas comunidades para incluir contenidos que no tienen rigor científico.

"Ha sido una reunión muy cordial. Los libros de texto no tienen ningún tipo de adoctrinamiento, que quede claro. Ellos así lo han manifestado", aseveró Celáa nada mas concluir la reunión.

La ministra aseguró que con la aprobación de la reforma de la LOE se resolverán alguna de estas cuestiones porque el 65% del currículo lo definiría el Estado y el 45% las CCAA y reiteró, como hizo ayer en el Senado y hoy en el Congreso, que "no hay ningún adoctrinamiento". "El adoctrinamiento es un delito tipificado en el Código Penal. No hay libros oficiales aprobados por la autoridad administrativa que autorice eso. Si se produce un adoctrinamento merece denuncia y no existen esas denuncias", dijo.

Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (Anele), Jose Moyano, señaló que los ejemplos que puso la semana pasada un portavoz de su asociación sobre las presiones que sufren, como que en Cataluña los libros de historia hablan de la Corona catalanoaragonesa, son ejemplos "de épocas muy remotas".

Sin embargo, puso el acento de sus quejas en las "más de 450 legislaciones autonómicas que nos afectan", a la vez que abogó por un pacto por la Educación y por no tener 17 sistemas diferentes de ayudas familiares para los libros de texto.

El presidente de Anele se mostró esperanzado con la nueva ley de Educación, la reforma de la Lomce, pero sobre todo dijo que se necesita "sentido común y unificar sobre todo los contenidos científicos", no tener que adaptarlos a cada cultura autonómica porque todavía hay leyes que permiten hacer eso a las autonomías y "hay que relacionar la geometría con un monumento de la Humanidad de una determinada comunidad".