Lo hizo en una larga entrevista de una hora en laSexta, recogida por Servimedia, en la que insistió en que “nadie ha cedido tanto” como Unidas Podemos y opinó que “a nadie se lo han puesto tan fácil en España para ser presidente con 123 diputados”. “Todos los escollos que nos han puesto los hemos ido removiendo”, subrayó.

También reiteró su convicción de que, si el PSOE retomara su oferta de julio con una vicepresidencia social y los ministerios de Sanidad, Igualdad y Vivienda, y Sánchez le invitara a una reunión en La Moncloa y “añadiéramos algunas competencias”, en sólo “tres horas” habría un acuerdo”.

El líder de Podemos confirmó que ayer, en su conversación telefónica con el presidente, que explicó que concertó por la mañana a través de un mensaje de Whattsapp, le advirtió de que después de las eventuales elecciones de noviembre, volverá a exigir un Gobierno de coalición, y desveló que Sánchez le contestó que “ya veríamos”. Según sospecha él, porque cree que, después de la repetición electoral, el PP o Ciudadanos le investirán con su abstención.

Iglesias defendió su propuesta de ayer de formar un Gobierno de coalición con el PSOE hasta la aprobación de los Presupuestos de 2020 y, entonces, “si Pedro Sánchez entiende que no ha funcionado, nos salimos del Gobierno garantizando la estabilidad” parlamentaria hasta el fin de la legislatura.

“Me dijo que no lo veía”, atestiguó, para luego invitarle a reconsiderarla, porque es una propuesta “muy ventajosa” para ellos que compañeros de partido le han criticado por entenderla “una bajada de pantalones” en la que Unidas Podemos admite que les “pongan a prueba” como socios de coalición pero que él asegura haber hecho por “responsabilidad de Estado”. Según deslizó, si el PSOE la sometiera a consulta a sus bases, la situación se desbloquearía.

COMO EN EL BALONCESTO

A su entender, Sánchez “no debería haber despachado la propuesta en dos minutos. Espero que la reflexionen y que, en el último minuto como en el partido de baloncesto (la semifinal del Mundial de baloncesto que acababa de ganar España) cambien de posición”. Iglesias demostró así que mantiene su convicción de que, en el último momento y ante el riesgo de perder la Presidencia en nuevas elecciones, el PSOE acepte el Gobierno de coalición.

El líder de Podemos no contestó a si se reserva más movimientos de última hora, y se limitó a resaltar: “No hemos parado de movernos y sigo disponible para que Pedro Sánchez se reúna conmigo. Debería llamarme a Moncloa y que tratáramos de explorar opciones”.

Iglesias llamó la atención sobre la paradoja de que “lo que Pedro Sánchez no quiso dar a Mariano Rajoy” se lo pida ahora al PP. “Es muy llamativo que, después de que construyera su imagen a través de ese gesto de dignidad (abandonar su escaño para no tener que investir a Rajoy contraviniendo su promesa de “no es no”), ahora pida al PP lo que no hizo él”.

Avanzada la entrevista, quiso subrayar otra supuesta contradicción de Sánchez con su pasado. Dijo que “se ha alejado del Pedro Sánchez que ganó la primarias” y “vuelve a situarse en los parámetros políticos de la Gestora”, de forma que muchos socialistas que en su día se enfrentaron a él ahora “están saludando que está haciendo lo mismo que ellos calculaban que iba a hacer Susana Díaz”; algo que “va en contra de los militantes socialistas” y contra su propio legado, porque, en su opinión, se convirtió en una referencia para la socialdemocracia porque “parecía más de izquierdas”.

El líder de Podemos denunció que Sánchez “va a llevar a los españoles a votar otra vez porque no quiere un Gobierno de coalición con nosotros, después de que todos los escollos los hemos ido removiendo”. Enumeró como tales escollos su presencia en el Consejo de Ministros, la posición de Unidas Podemos sobre Cataluña, su presencia en ministerios de Estado y su posición en materia laboral, a todo lo cual ha terminado renunciando Unidas Podemos.

OFERTA INSINCERA

Según su diagnóstico, ni siquiera en julio el PSOE ofreció una coalición, sino que Sánchez “se vio descolocado por un gesto (su renuncia a entrar en el Consejo de Ministros) y se vio obligado a proponer algo que no quería”. Es decir, “quizá Sánchez no era sincero, quizá nunca quiso un gobierno de coalición”, pero aun así él porfiará tras las eventuales elecciones de noviembre: “Lo terminaremos consiguiendo, cuando la gente entienda que, cuando no hay mayorías absolutas, hay que ponerse de acuerdo”.

Para convencer al PSOE llegó a apelar al Rey y a su labor de arbitraje y mediación. “La coalición es la fórmula natural de gobierno cuando no hay mayorías absolutas”, dictaminó. “El Rey debería hacer entender a Pedro Sánchez que la coalición es una vía de dar estabilidad a nuestro sistema”.

Iglesias descartó investir al candidato socialista a cambio de nada y sin acuerdo porque, dijo, su objetivo “no es poner contra las cuerdas, retrartarle con una oferta que no le gusta, obligarle a hacer algo que no quiere”. Y tampoco aceptará cualquier propuesta para evitar elecciones y una posible victoria de la derecha porque “si nuestro papel fuera arbitrar si gobierna el PSOE o el PP, propondría la disolución de Podemos”.

Cuando se le mostraron las declaraciones de la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Iglesias enjuició que “no es sensato tomar a la gente por estúpida” y le afeó que “utilice las instituciones para soltar consignas partidistas” que “ofenden la inteligencia de mucha gente”.