Una nube de vapor con nicotina ha cubierto esta mañana parte del Paseo del Prado, a la altura de la puerta de Goya del Museo Nacional del Prado. La convocatoria procedía de la Asociación de Usuarios de Vaporizadores (Anesvap), aunque muchos de los presentes eran empleados de tiendas, distribuidoras o fabricantes de cigarrillos electrónicos que se han congregado para mostrar su rechazo a la “campaña” iniciada por Sanidad y que, a su juicio, equipara el vapeo con el tabaco.

“La reducción de daños por tabaquismo es una herramienta buena; no comprendemos por qué el Ministerio no nos quiere escuchar y por qué hacen una campaña tan agresiva contra una herramienta que puede salvar vidas”, defendió en declaraciones a Servimedia la doctora Carmen Escrig, bióloga y coordinadora de una organización de científicos partidarios del vapeo bajo el nombre de Plataforma Médica Española para la Reducción de Daños por Tabaquismo.

Aunque no se identifican con el apelativo de ‘lobby’, la industria del cigarro electrónico ha conseguido reunir hoy en la capital a médicos, empresarios, empleados y usuarios para defender al sector del vapor con nicotina para gritar consignas contra el “lobby del tabaco”, al que acusan de querer aplacar el movimiento del vapeo y hacerse con el negocio. Su causa colindaba hoy con la acampada de las personas sin hogar, que llevan protestando desde hace cinco meses por un techo digno.

Si el ‘lobby’ tabacalero se sirvió de Hollywood para convertir el cigarrillo en una moda, la industria del cigarro electrónico cuenta con Youtube y las redes sociales para difundir sus mensajes. Ana Belén Gómez es ‘youtuber’ y propietaria de la empresa ‘More than Vapers’, que ya ha abierto una tienda en Elche. Factura medio millón de euros al año y defiende que, aunque “es un negocio para los que vendemos”, también “es una forma para dejar de fumar”.

LOS JÓVENES VAPEAN MÁS

De esta manera, a través de vídeos y de generar una comunidad de vapeadores, convierten este gesto en algo ‘trendy’ entre los jóvenes, tanto que uno de cada dos adolescentes y jóvenes entre 14 y 18 años confiesa haber vapeado, según la encuesta ‘Estudes’ del Gobierno elaborada por el Plan Nacional sobre Drogas.

Moisés tiene 21 años y acudió este lunes a la manifestación de vapeadores junto a su pareja. Él lleva tres años con el cigarro electrónico y se inició cuando ya había empezado a dejar de fumar. “Lo empecé a dejar por voluntad, lo estaba dejando y di el paso al vapeo”, cuenta. “El vapeo es una industria que está creciendo, pero nos ha ayudado a salir del tabaco”, añade.

En total son 650 las empresas que se dedican a este sector en España. Según el presidente de la patronal del vapeo, Arturo Ribes (Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo-UPEV), este año estaba previsto que la industria alcanzara una facturación de 90 millones de euros, dos más que el ejercicio anterior. Sin embargo, teme que la posición del Ministerio de Sanidad trunque la previsión de ingresos.

“Hay mucha desinformación procedente de Estados Unidos -donde han muerto seis personas por causas relacionadas con el vapeo-, donde hay una epidemia local que se expone como una epidemia global”, denunció Ribes.

Según la portavoz médica del movimiento del vapeo, Carmen Escrig, es cierto que el cigarro electrónico “no es inocuo y nadie defiende que lo sea, pero es un 95% más seguro que el tabaco”, dijo citando a un estudio del Colegio de Médicos de Inglaterra. Y es que los vapeadores permiten “regular la concentración de nicotina poco a poco, pero la nicotina no es el componente letal del tabaco”, defendió Escrig.

Por el momento, el Gobierno de España ya ha advertido a través de la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, de que las nuevas formas de fumar nicotina como cigarrillos electrónicos, pipas de agua y vapeadores crean adicción y son perjudiciales para la salud. “Es un problema gravísimo de salud pública y siempre hay nuevas formas de consumo contra las que combatir”, dijo la semana pasada.

La contrarréplica de la industria no se ha hecho esperar y acusan al Ministerio de ceder ante el “chantaje de las farmacéuticas” y el ‘lobby’ del tabaco, al tiempo que aseguran que están en riesgo más de 4.500 puestos de trabajos relacionados con el sector del vapeo.