La gran banca duda que las medidas del BCE reactiven la economía mientras sí penaliza sus resultados y el ahorro

MADRID
SERVIMEDIA

La gran banca española duda de que el último paquete de medidas adoptadas por parte del Banco Central Europeo (BCE) vaya a ayudar a reactivar la economía de manera decidida, al tiempo que alertaron sobre la presión añadida sobre sus márgenes y desincentivación del ahorro.

Así lo apuntaron los consejeros delegados de Bankia, José Sevilla; del Santander, José Antonio Álvarez; de Caixabank, Gonzalo Gortázar, y del Sabadell, Jaime Guardiola, durante el ‘II Foro Banca’ organizado por El Economista con el patrocinio del Grupo OESIA.

“Con los tipos negativos, con los que llevamos unos años con ellos, lo que ha desaparecido es el incentivo del ahorro remunerado”, junto a la inversión en productos como los fondos monetarios o de dinero, “que eran populares en algún tiempo”, y no ayudan tampoco a suscribir otros productos de renta fija, avisó el ejecutivo del Santander.

Álvarez indicó que aquel ciudadano que quiere hacer hucha, “pensando en la jubilación, se encuentra con la dificultad objetiva para tener rentabilidad con el ahorro”, algo que resulta contraproducente cuando además hay “bastantes quejas” por la baja tasa de ahorro que tiene el país y que no sufren otros países como Alemania.

El consejero delegado descartó, no obstante, que la tasa del -0,5% que el BCE pasará a cobrar a los bancos por su liquidez acaben trasladándolos a los clientes particulares pese a que ya se esté haciendo con institucionales y empresas. “Ese -0,5%, trasladarlo al cliente ‘retail’, yo no lo veo. No veo que sea factible”, refirió.

COBRAR A CLIENTES POR DEPÓSITOS

“También creo que en los clientes minoristas no va a pasar”, coincidió el consejero delegado del Sabadell, Jaime Guardiola, matizando ciertas reservas sobre una potencial traslación a aquellos que sí manejan mucha liquidez, y donde “sí podría pasar”.

Guardiola expresó igualmente dudas de que esta presión añadida acabe trasladándose “a la cadena productiva” con afectación a la financiación.

En cuanto a su impacto para reanimar la economía en desaceleración apuntó que en el mercado “poco se esperaba de que tenga efectos positivos sobre el crecimiento” e interpretó que el mensaje subyacente del BCE es que “yo he hecho ya lo que tenía que hacer” y ahora toca que se trabaje en otras medidas como la política fiscal.

“Esa desaceleración europea se va a tener que corregir con otro tipo de políticas”, refirió, aunque reconoció, en cualquier caso, que para España y, desde el punto de vista fiscal, “es una situación buenísima”, ya que permite emitir deuda “en muchos plazos a tipos negativos”.

El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, reconoció que la política monetaria sí “es verdad que ha ayudado a reactivar la economía” en los últimos, al animar la actividad o reducir los impagos, si bien ahora su efecto está más en duda. “La cuestión es si mirando hacia adelante tiene esa capacidad de reactivar la economía”, coincidió recordando el “aluvión de críticas, más o menos veladas”, que ha recibido el último paquete aprobado por el BCE por el escepticismo también sobre su influencia.

Sevilla alertó que los tipos negativos “afectan al modelo de distribución bancaria” porque “tienen un efecto adverso sobre las cuentas de resultados” de las entidades y eso obliga a hacer “reflexiones” sobre cómo cambiar el modelo de negocio para adaptase al entorno.

En este punto el consejero delegado de Caixabank defendió la capacidad de la banca española para adaptarse a todos los desafíos, como lo prueba que las entidades hayan desarrollado unidades como la gestión de activos. “La banca española está mucho mejor equipada para sobrevivir a un escenario negativo porque cada vez tiene menos dependencia estricta de la actividad de depósitos”, manifestó .

“Seamos justos, como país, nos hemos beneficiado mucho”, afirmó. Sin embargo, también avisó de que habrá “un impacto” en una “actividad natural” para la banca como es la gestión de depósitos de clientes y que defendió como “función clave” social. “En una actividad económica que es una aportación social muy importante, ahora es negativa” porque “se vuelve poco atractiva, y eso en sí no es bueno”, concluyó.

(SERVIMEDIA)
18 Sep 2019
ECR/gja