El estudio, hecho público este jueves y enmarcado en la campaña 'Stop Distracciones', se basa en una encuesta realizada a más de 2.100 usuarios. El sondeo indica que el uso del teléfono móvil durante la conducción está presente habitualmente entre los que circulan en bicicleta no eléctrica (11%), bicicleta eléctrica (9%), patinete no eléctrico (6%), patín o monpatín (4%) y patinete eléctrico (2%).

Sin embargo, la percepción externa es muy diferente, ya que el 51% de los encuestados ha visto a usuarios de VMP usando cascos o auriculares en el tráfico, un 24% hablando por el móvil sin manos libres y un 23% usando aplicaciones de mensajería instantánea.

Aunque se han incrementado mucho en los últimos meses, los conductores de VMP son de momento una minoría dentro del tráfico en las ciudades de España. Así, sólo un 14% de los encuestados usa la bicicleta al menos una vez por semana, por un 1% que emplea el patinete (eléctrico o no).

Respecto a los conductores de coches, el estudio indica que quienes hace unos años eran niños y adolescentes son ahora conductores de entre 18 y 24 años, y con su llegada al volante han incrementado nuevos usos peligrosos del ‘smartphone’ mientras se conduce, sin que ello suponga un descenso en los peligros habituales, como hablar sin manos libres o el empleo del teléfono para chatear o mirar el correo electrónico.

Además, las personas pertenecientes a otros rangos de edad se encuentran mucho más familiarizadas con las nuevas tecnologías y las han integrado en su día a día. Así, el mayor desfase entre la menor franja de edad y el total de conductores se produce en el uso de las redes sociales: un 12% de encuestados confiesa usarlas de forma habitual mientras conduce, porcentaje que se eleva hasta un 17% entre los jóvenes de 18 a 24 años.

El uso de las redes sociales al volante de forma habitual se sitúa en quinto lugar, por detrás de la manipulación del móvil como GPS (25%), la mensajería instantánea (19%), las llamadas sin manos libres (14%) o la lectura de correos electrónicos (13%). Derivado de estos usos del móvil al volante, aproximadamente 530.000 conductores españoles reconocen haber sufrido un percance o accidente por culpa de una distracción.

DIFERENCIAS RESPECTO A 2014

Por otro lado, hay diferencias respecto del informe de 2014. Por ejemplo, el uso del teléfono móvil ha aumentado por la incorporación de nuevas funciones. Hace cinco años, sólo un 0,5% de los conductores afirmaba utilizar el móvil para consultar las redes sociales (un 12% con asiduidad en 2019), apenas un 1% lo empleaba para hacer fotos y vídeos (12% este año) y un 7,7% lo empleaba como dispositivo GPS (25% actual).

Entre los usos ‘tradicionales’ también hay un incremento, aunque más comedido, en cuanto a usar el teléfono para enviar o recibir llamadas sin manos libres (12% entonces frente al 14% en 2019) o la mensajería instantánea (14,4% frente a 19%).

El estudio se ha dado a conocer al tiempo que BP, Castrol y el RACE han lanzado la campaña ‘Apaga y Vámonos’, orientada a que automovilistas y peatones conozcan los peligros reales del mal uso de las nuevas funcionalidades del teléfono móvil.