10-N

Los socialistas obvian los “reproches” a Podemos y alertan de la suma de la “ultraderecha”

BARCELONA
SERVIMEDIA MAY MARIÑO, ENVIADA ESPECIAL

El PSOE se lanzó este domingo a la carretera de cara a las elecciones generales del 10-N alertando de que PP, Ciudadanos y Vox pueden hacerse con el poder, por lo que los votantes de izquierdas deben apostar por un Gobierno “progresista” que no dependa de “nadie”. Asimismo, en esta primera parada rumbo a las urnas, los socialistas aplazaron los “reproches” a Unidas Podemos.

El líder del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ya representó este guion en el Comité Federal de este sábado, con un discurso que en esencia repitió este domingo en la Fiesta de la Rosa que el PSC celebró en Gavà (Barcelona).

En su intervención ante miles de seguidores socialistas en las afueras de la capital catalana, Sánchez recordó la victoria "rotunda” que el PSOE cosechó en las generales de abril con 7,5 millones de votos, lo que le llevó a doblar en escaños al PP, que quedó segundo en estos comicios.

Para Sánchez, los votantes dieron un “mandato claro” para que se formara un Gobierno “progresista, estable y coherente”, que no dependiera de aquellos que hicieron una “pinza para tumbar” los Presupuestos Generales del Estado. Situó así a PP y Ciudadanos en en el mismo plano que las fuerzas independentistas, que también rechazaron las cuentas estatales para 2019.

SIN "REPROCHES"

El presidente en funciones añadió, en la intervención de este domingo en Gavà, que “desgraciadamente” se vuelve a las urnas porque no se ha logrado la puesta en marcha de ese Gobierno progresista por la falta de acuerdo con Unidas Podemos. Aunque no mencionó a la formación que lidera Pablo Iglesias, propuso a los socialistas dejar “atrás los lamentos, los reproches” de lo que pudo ser. “No miremos atrás ni a los lados, miremos al frente”, animó.

El jefe del Ejecutivo instó a trabajar para poner “fin a la incertidumbre que vive España” y a la que, a su juicio, sólo el PSOE puede hacer frente porque tiene “ideas, proyecto y equipo” para España frente a una derecha “marginal” en Euskadi y Cataluña.

Frente a la derecha "que da muchas lecciones grandilocuentes de lo que es España”, dijo que “España no se acaba en la bandera que nos representa a todos” y que no se puede tener un proyecto para el conjunto cuando se tiene una presencia residual en dos piezas importante del conjunto del Estado.

En esos ataques a la alternativa de “la derecha y sus tres siglas”, el PSOE busca recabar el 10-N una mayoría que impida el “giro social" que considera que la derecha quiere hacer "naufragar de nuevo”. Por ello, los dirigentes socialistas piden un apoyo “incontestable” para “no depender de nadie”, lo que incluye a las posibles necesarias alianzas y que ahora no han sabido sumar.

VICTORIA "INCONTESTABLE"

Ese mensaje movilizador estaba detrás de todas las apariciones públicas de los dirigentes socialistas este domingo en Gavà, con el fin de evitar que el 10-N nadie se quede en casa.

Así, la alcaldesa de Gavà, Raquel Sánchez, apeló este domingo a la movilización, porque el próximo 10-N tienen que hacer un “esfuerzo para ganar, y hacerlo bien para poner el freno a la derecha”.

Animó a dejar “atrás las lamentaciones porque no nos lo podemos permitir”, de forma que hay que ganar de manera “incontestable” en las urnas. “Hagamos un esfuerzo para ganar, para que Pedro Sánchez sea presidente”, afirmó esta alcaldesa.

“El reto", dijo esta edil, "es difícil, porque hemos visto que darle la vuelta es complicado, y ahora nos toca ganar con mayor claridad para no tener que depender de nadie o, al menos, podernos fiar de con quién gobernamos”.

En esa misma línea, Miquel Iceta, primer secretario del PSC, abogó por la defensa del Estado de derecho con un Gobierno “progresista” que surja por una “amplia mayoría” de los socialistas y que les lleve “no depender de los que quieren romper España ni de los que no saben si quieren o no que haya Guardia Civil".

(SERVIMEDIA)
29 Sep 2019
MML/nbc