Así se pronunció Sánchez, durante la clausura del 'Foro La Toja-Vínculo Atlántico' en el Centro de Convenciones del Gran Hotel La Toja en O Grove (Pontevedra), en el que divagó sobre la realidad de aquellos países que han visto surgir en su territorio “movimientos que van contra el sentido de la historia”.

Esto le sirvió para comentar que España cuenta con un movimiento particular en Cataluña: el independentismo, al que acusó de haber cometido el “grave error” de “no saber entender el mundo en que vivimos”, de “dilapidar talento y energías” en aquello que impide “mirar hacia delante”.

Apoyó su tesis en el hecho de que la economía catalana “no ha recuperado el pulso que tenía” en octubre de 2017 (fecha de la declaración unilateral de independencia y de la posterior aplicación del artículo 155 de la Constitución) ni las tasas de inversión extranjera ni los depósitos bancarios ni el tejido industrial.

“Cuando una falsa y excluyente idea de la identidad y la democracia pone en riesgo la economía y la convivencia de una sociedad hay un fracaso, que es lo que representa el independentismo”, aseveró.

Por ello, trasladó al independentismo que “romper la ley” y “llamar a la desobediencia” tras la sentencia del Tribunal Supremo por el ‘procés’ supone “repetir los errores” de un “proyecto naufragado”.

Subrayó que Cataluña no encarará su futuro hasta que los líderes independentistas “no acepten la realidad”: el “fracaso” de su proyecto político, basado en enraizado en “grandes falacias” y en “grandes mentiras”.

“Una minoría siempre será una minoría y no se puede imponer a una mayoría”, apuntó.

Sánchez destacó que en cada convocatoria electoral la sociedad catalana vota “mayoritariamente” contra el independentismo y “abrazando la idea” de una “España unida en la diversidad”.

Por último, se comprometió a trabajar por la “convivencia” en Cataluña, ya que el reto en esa comunidad autónoma, según Sánchez, “no es si independencia sí o independencia no, sino convivencia sí o convivencia sí”.