Desde 2017, Fedop ha enviado varios requerimientos dirigidos a supermercados Lidl, el último por vender al público una serie de productos (muñequera, tobillera, rodillera y cinturón lumbar) cuyo empaquetado y etiquetado indican expresamente que cumplen con la directiva comunitaria 93/ 42/CE relativa a productos sanitarios. Una reclamación a la que se suma el Colegio Oficial de Farmacéuticos.

Habrá que esperar a la resolución del organismo y ver su recorrido, indicó la federación, tras señalar que la agencia habrá de decantarse entre "protección del paciente o mercantilismo".

En su opinión, las respuestas de la AEMPS "hasta la fecha no han protegido al paciente, sino que se han basado en una apertura mercantilista en relación con la necesidad de adaptación de los productos sanitarios".

El argumento es que estos productos "son seriados y que no se modifican para ajustarse al paciente", recordó Fedop. "¿Quién decide que no necesitan adaptación? Debería ser la autoridad sanitaria competente o un profesional con titulación", prosiguió, señalando que "en este caso lo establece el comerciante".

A su juicio, "hablamos de un vendedor que busca el lucro económico y que no dispone de herramientas para la adaptación, no la ofrece y por tanto decide que no es necesaria para venderlo".

Por eso, la Federación insistió en que los productos sanitarios ortoprotésicos requieren adaptación tal y como se indica en la Orden SCB/45/2019, "un ajuste que sólo puede realizarse en ortopedias con autorización para la venta con adaptación". "Si se obvia este aspecto se estarán vulnerando los derechos de protección al usuario, al que se debe garantizar que el producto que adquiere cumpla con todas las garantías", concluyó.