Desde el pasado martes dos personas, una externa, y otra de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), están realizando un peritaje sobre las tesis y se espera que su informe final esté a finales de octubre o principios de noviembre.

El título de doctor, explicaron a Servimedia fuentes educativas, "lo otorga el Ministerio de Educación y, por lo tanto, quien tiene la potestad de quitarlo es quien lo otorga, el Ministerio de Educación, pero siempre tras el proceso administrativo y de investigación que inicie la universidad afectada".

Sobre este caso de de las dos tesis plagiadas, el rector de la UCM, Joaquín Goyache, admitió este viernes en un encuentro informal con periodistas que en 2016, cuando se cambió la normativa universitaria sobre los doctorados, se produjo un aluvión de tesis que había que supervisar y se relajaron los controles. En su opinión, este exceso de trabajo para los profesores que tenían que seguír dando clase e investigando, además de supervisar las tesis, pudo provocar "fallos en el sistema". Incluso admitió que "ha habido cosas que no se han hecho bien", aunque remachó que "quien lo ha hecho mal es quien ha copiado".

Aseguró el rector que en su universidad "ahora hay más controles" porque los doctorandos tienen que someter sus actividades a la evaluación de los directores y a una comisión y es más difícil que se produzcan este tipo de irregularidades.

El rector también explicó que se ha dirigido al Ministerio de Educación pidiéndole ayuda para diseñar un sistema que permita controles más exhaustivos de los trabajos de fin de grado y de fin de máster, porque no existe un repositorio que los recoja lo que facilita que los alumnos puedan copiarlos y presentarlos.

Goyache cifró en 900 millones el presupuesto que necesita la UCM "para ponerla al día, nada de lujos", y reconoció que la Comunidad aún no ha abonado los 60 millones de euros que le debe a la institución, aunque confesó que la sintonía con el nuevo consejero de Educación y Juventud de la Comunidad, Enrique Ossorio, es muy buena.