En declaraciones a Servimedia, Sánchez-Montero resaltó que "el reasentamiento forzoso está prohibido por el derecho internacional", y alertó de que en este caso concreto, además supondría "colocar a 3,6 millones de árabes suníes en una zona donde “no son bienvenidos".

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ya indicó esta posibilidad, y ha amenazado con "abrir las puertas" para que los refugiados sirios en su país se dirijan a Europa, en respuesta a las críticas contra la operación militar denominada 'Manantial de paz'.

Según Sánchez-Montero, ya "hay más de 100.000 desplazados a causa de esta ofensiva", cifra que podría alcanzar el medio millón, ya que esa es la población que vive en la zona.

Con todo, "el verdadero problema es que no sabemos cuáles son las intenciones del gobierno turco", prosiguió, pues "no tenemos claro si se conformará con 10 kilómetros o si querrá adentrarse más".

Asimismo, llamó la atención sobre los problemas que los actores humanitarios se encuentran a la hora de introducir ayuda en Siria desde los países limítrofes a causa del conflicto.

“La ayuda interior sigue circulando, pero estamos encontrando problemas a la hora de hacer llegar suministros desde Irak y otros países limítrofes.