El Ministerio de Asuntos Exteriores emitió un comunicado en el que explicó que el acto está organizado conjuntamente por el propio ministerio, que estará representado por el secretario de Estado de Exteriores, Fernando Valenzuela, y por la UE, representada por su representante especial para el Sahel, Ángel Losada.

En el encuentro participarán representantes para el Sahel de la Unión Africana, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), la Oficina de la ONU para África Occidental y el Sahel (Unowas) y el G-5 Sahel.

Entre las autoridades asistentes destacan la ministra de la Mujer y Asuntos Sociales de Mauritania, Nene Oumon Deffa Kane; el secretario permanente del G-5 Sahel, Maman Sambo Sidikou; la vicepresidenta de la Comisión de la Cedeao, Finda Koroma; el representante de la Unión Africana para el Sahel, Pierre Buyoya; el representante especial de la ONU para África Occidental y el Sahel, Mohamed Ibm Chambas; y diez enviados especiales para el Sahel de países de la UE, EEUU, Canadá, Suiza y Noruega.

El evento se celebrará en dos jornadas, siendo inaugurado el jueves, a las 15.00 horas, por Valenzuela, Losada, un representante del Gobierno canario, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, y el director de Casa África, José Segura. Posteriormente, se tratarán cuestiones relacionadas con la seguridad y estabilidad en el Sahel, su desarrollo económico y la contribución de las mujeres a la paz y a la seguridad.

Exteriores subrayó que el Sahel, región conformada por 11 países que van desde el norte de Senegal hasta Etiopía, es “prioritaria” para la UE y para España, habida cuenta de su proximidad geográfica.

También puso de manifiesto que las crisis (cambio climático, explosión demográfica, subdesarrollo, debilidad institucional) y los conflictos (terrorismo, crimen organizado) que le afectan suponen una “fuente de inestabilidad para su entorno, África Subsahariana, el Magreb e incluso el sur de Europa”.

Estos retos y desafíos, según Exteriores, obligan a la “implicación” de la UE, y especialmente España, en la gestión de dichas crisis y conflictos, en el marco de la ‘Estrategia UE para el Sahel’ y su consiguiente ‘Plan de Acción’, basados en los ejes de seguridad y desarrollo económico, en colaboración con los países de la zona.