Desde Ávila, Casado volvió a defender que el Gobierno tiene que velar por el cumplimiento “efectivo” de las penas dictadas ayer por el Tribunal Supremo. Además, prometió que si llega a La Moncloa recuperará el delito de rebelión impropia, “que hubiera permitido probablemente que los españoles se sintieran más identificados con esta sentencia”.

Consideró “inadmisibles” los altercados que se vivieron ayer en las calles de Cataluña tras conocerse la sentencia. “No puede ser que la propia Generalitat estuviera alentando a la algarada, la insurrección y la desobediencia”, recalcó Casado, antes de “avisar a Sánchez de que su obligación es garantizar el orden público y las libertades de todos los ciudadanos de Cataluña”.

Por eso, ante “cualquier nuevo corte de infraestructuras” o “ante cualquier intento de presión sobre cualquier institución pública”, indicó que el Gobierno “debe activar” la Ley de Seguridad Nacional para que “ni siquiera el cuerpo de la policía autonómica de los Mossos pueda estar sujeto a alguna directriz política que no sea adecuada por parte de la Consejería del Interior o del presidente de la Generalitat”.

Prometió que el PP estará “muy vigilante” ante esta situación y dará su apoyo al Gobierno para “hacer cumplir la ley para garantizar el orden público”. En todo caso, recriminó a Sánchez que todavía no haya roto sus acuerdos con los partidos independentistas en la Diputación de Barcelona y otros 40 ayuntamientos.

“¡Si quiere tener alguna credibilidad tiene que romper hoy mismo todos los acuerdos con ERC y Junts!”, enfatizó Casado, que también condicionó su apoyo a que se produzca esta ruptura.

Culminó su discurso comprometiéndose de nuevo a que, si logra ser presidente del Gobierno, modificará el Código Penal y la legislación básica “para que los jueces tengan más herramientas en la máxima severidad contra aquellos que han roto el orden público y constitucional”.