“Los participantes en los mercados de energía deben tener los incentivos adecuados para operar de forma eficiente en el corto plazo, para invertir adecuadamente a medio y largo plazo; para internalizar los costes medioambientales; y para innovar”.

Así se expresó Piebalgs en la tercera edición del ciclo de conferencias ‘Energy Prospectives’, organizado por la Fundación Naturgy y el IESE Business School. Además, explicó que, para disponer de un mercado europeo de electricidad flexible, es necesario “impulsar la flexibilidad del mercado mayorista y proporcionar señales claras de precios para facilitar la penetración continua de las energías renovables y garantizar inversiones”.

La estrategia de futuro pasa por “una robusta electrificación sobre la base de las energías renovables; el desarrollo del gas bajo en carbono, y el sector coupling (integración de la electricidad y el gas)", añadió.

También advirtió de que “la UE debe conjugar su ambición por la sostenibilidad con los otros dos objetivos del triángulo de la política energética, seguridad y competitividad. Por ello, considera que debe planificar con anticipación, invertir sabiamente y utilizar la capacidad de los mercados para crear empleo y crecimiento económico”.

Por último, Pieblags hizo un llamamiento para que Europa lidere la transición energética a nivel mundial, “después de haber alcanzado los objetivos de la política energética a 2020, y tras las importantes inversiones realizadas en energías renovables, las mejoras sustanciales en el funcionamiento del mercado interno de energía y los avances en seguridad de suministro”.