Desde Barcelona, al presidir la Junta Directiva del PP catalán, Casado consideró que el Gobierno en funciones está “rozando ya una imprevisión que llega a la incompetencia”. “Pedro Sánchez ha fracasado en su respuesta al desafío secesionista”, sentenció.

“Parece que Sánchez está atrapado por los compromisos que le hicieron presidente con los votos de los que desafían el Estado de Derecho”. En este sentido, opinó que el líder socialista no ha tomado medidas en Cataluña porque “no quiere cerrar la puerta a estos partidos independentistas por si los necesitara para seguir en Moncloa”.

En este escenario, Casado defendió que es “urgente el cambio” para que haya un nuevo Gobierno que “de verdad” dote al Estado de nuevos instrumentos jurídicos que levanten “nuevas barreras” ante los líderes separatistas que dicen que “quieren reincidir”.

En cualquier caso, valoró que Cataluña “va a resistir a cualquier acoso y cualquier violencia porque cuenta con toda España para hacerlo”. “La política no consiste solo en resistir, también en persuadir, avanzar, ir más allá, abrir caminos cuando parece no haberlos…”, trasladó.

Sostuvo de esta manera que es “el momento de una actuación decidida de liderazgo” en Cataluña que permita “recuperar la convivencia y la concordia” para que “los que han vivido de espaldas a la ley vuelvan a ella”. Reclamó “diálogo” con esos catalanes que “aman la libertad” y han sido hasta ahora una “mayoría silenciosa”.

El presidente de los populares trasladó su respeto por “la realidad de nuestra diversidad” y, en base a ello, opinó que hay que hacer “esfuerzos de moderación y escucha” para que la conversación vuelva a ser “la clara protagonista” entre catalanes. Eso sí, siempre dentro de la legalidad y las instituciones.

En este sentido, subrayó que son “los independentistas los que tienen problema con la diversidad y la tolerancia”, ya que desearían “imponer su voluntad contra todo y todos”. Frente a ello, Casado defendió que hay que “combatir las políticas supremacistas ignoradas hasta ahora” en Cataluña.

Advirtió de que cualquier propuesta que parta del “desprecio a las autoridades” se convierte en camino imposible y señaló que “los 21 puntos de Pedralbes nos sitúan en el lugar opuesto para iniciar cualquier interlocución política”.

“Queremos iluminar el camino por el que los españoles podamos avanzar juntos”, apuntó Casado, para a renglón seguido afirmar que “vamos a salir de esta crisis política más fuertes y más unidos que nunca”. Para ello, incidió en que hay que ofrecer un proyecto que favorezca el reencuentro y la convivencia de todos los catalanes.

Opinó que hasta ahora “ha faltado lealtad”, una lealtad a lo común y a lo propio, aunque recalcó que “hay camino para un nuevo liderazgo en Cataluña” que devuelva a esta comunidad “al centro de los debates” y la aleje del “oscuro rincón de la historia en el que algunos tratan de ponerla”.

Acabó su discurso reafirmando ese compromiso “con el entendimiento, la concordia, la unidad y la permanencia de España”. “Creo sinceramente que en ese camino podemos encontrarnos y ahí me encontrarán a mí siempre, sin perder la esperanza”, señaló tras desglosar sus medidas para Cataluña.