La visita, de carácter privado y de la que no se informó a la prensa hasta después de celebrarse, va camino de convertirse en una tradición, pues es el tercer año que Rajoy visita en Navidad el Centro de Acogida e Integración Social Santiago Masarnau, en el madrileño barrio de Batán.

Rajoy, que estuvo acompañado por el coordinador de Presidencia y Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, se puso el delantal y el gorro de cocinero para ayudar a preparar un cocido gallego y, posteriormente, servir la comida junto a los voluntarios.

El líder de la oposición ensalzó la labor que realizan a diario, sin ningún tipo de remuneración, los colaboradores de este centro para ayudar a las personas que más sufren en estos tiempos de crisis económica.

Los responsables explicaron a Rajoy que, desde que se duplicó la tasa de paro, ha cambiado mucho el perfil de los que acuden a almorzar a este comedor social.

No sólo son vagabundos o gentes sin hogar los que requieren ayuda, también hay personas de clase media que perdieron el empleo, se han quedado sin prestación social y necesitan de la caridad para comer todos los días.

Entre los amparados, había quienes reclamaban a Rajoy que arregle la economía y la justicia cuando llegue a La Moncloa, siempre que gane las próximas elecciones generales. Otros se fotografiaron junto al presidente del PP e incluso le recibieron con ánimos de "Rajoy, presidente".