El Consejo General de Economistas rebaja su previsión de crecimiento de PIB al 1,8% en 2019

MADRID
SERVIMEDIA

El Consejo General de Economistas (CGE) rebajó su previsión de crecimiento de la economía española en 2019 al 1,8%, al considerar que “no se espera un crecimiento de más del 0,4% en el último trimestre” y que “incluso podría ser del 0,3%, siendo la desaceleración mucho más brusca de lo que se pensaba”.

Así, el CGE subraya que “esta desaceleración está haciendo que se frene la creación de empleo y la caída del paro” y advierte que “la bajada del empleo temporal es algo que se puede estar interpretando erróneamente, porque descontando el factor temporalidad, este es el empleo que primero se destruye cuando cambia el signo de la economía”. En este sentido, el Consejo ajusta su previsión de tasa paro para 2019 ligeramente por debajo del 14%, al 13,9%.

Por otra parte, destaca que “la caída de los préstamos no tiene otro significado que el del enfriamiento de la demanda a pesar de que los bancos mantienen la oferta del crédito”, recordando que el índice de confianza del consumidor ha pasado del 102,3 en junio al 80,7 en septiembre.

Asimismo, recalca que la subida del ahorro está afectando al consumo. “Se trata evidentemente de ahorro prevención que, si bien tiene un efecto reductor de la demanda agregada sobre la actividad económica y el empleo, también lo tiene sobre las importaciones”, explica.

Sin embargo, señala que “esto último, según se mire, no es del todo negativo al no afectar a la producción nacional; la ralentización del consumo del comercio exterior y demanda interna están moderando la evolución del IPC, que volvemos a ajustar con respecto a meses anteriores, considerando que no será superior al 0,9% al final del ejercicio”. Su estimación es que la tasa de ahorro al final del ejercicio se mueva en una cifra del 6% y se mantenga en esta cifra para el año que viene.

En lo referente al precio de la vivienda y los alquileres, el CGE considera que, “con síntomas de recalentamiento especialmente en las grandes ciudades, parece haber tocado techo”, y apunta a que “el enfriamiento en la demanda y la caída de la confianza también juegan en ese sentido, con más peso del que pueda tener el aumento de la renta disponible de las familias, el efecto riqueza por la revalorización de los activos o los bajos tipos de interés para financiar la compra de vivienda”.

(SERVIMEDIA)
31 Oct 2019
IPS/gja