La elección de esta provincia andaluza -que ya fue el lugar de arranque de la campaña oficial en las generales del 28 de abril- no es baladí porque se trata de la única circunscripción donde los socialistas pueden obtener hasta dos escaños más, según el último barómetro difundido hace unos días por el CIS.

Sevilla se considera un bastión socialista porque es la única provincia de toda España desde la restauración de la democracia en la que un mismo partido, el PSOE, se ha impuesto en todas las elecciones generales.

Coincide además que el PSOE de Sevilla es la agrupación que más número de militantes tiene de todo el partido (con unos 10.000 afiliados), superando con creces incluso a algunas federaciones autonómicas.

De los 12 escaños que reparte Sevilla, en las elecciones del 28-A el PSOE obtuvo cinco (uno más que en 2016), frente a los dos del PP (que caía desde los cuatro); mientras Podemos y Ciudadanos obtenían dos cada uno y Vox se estrenó con un representante.

En el último barómetro del instituto que dirige José Félix Tezanos se pronostica una horquilla para el PSOE de entre 6-7 diputados, lo que sitúa a Sevilla como el punto en el que más pueden crecer los socialistas. Según el CIS, el PSOE puede obtener un resultado el 10-N de entre 133-150 escaños -desde los 123 del 28-A-, y sitúa a Sevilla como la circunscripción donde más puede aumentar (hasta dos) mientras en el resto sólo ven mejoría de un diputado. Tarragona también es una circunscrpción donde el CIS pronostica un posible crecimiento de dos escaños pero en el PSOE ven muy remota esa opción.

Además de para el acto de apertura, Sánchez visitará Sevilla el próximo miércoles 6 para pedir abiertamente el voto para la candidatura socialista que lidera la ministra de Hacienda en funciones, Maria Jesús Montero.