Así se pronunció en el transcurso de una entrevista concedida a Servimedia en la que también instó a explorar una nueva regulación de las apuestas deportivas, el “problema más acuciante” al que, a su juicio, se enfrenta España en cuanto a la prevención y tratamiento de las adicciones con y sin sustancia.

El abordaje de estas cuestiones y, en concreto, del consumo de alcohol, las apuestas deportivas y el uso “problemático” de las nuevas tecnologías en menores son, a juicio de Arana, los principales “retos” que esta organización tiene por delante.

OPIOIDES Y VAPEO

En otro orden de cosas, advirtió de un posible incremento en el consumo de opioides aunque reconoció que a los 27 centros con los que cuenta Proyecto Hombre en toda España aún “no ha llegado esa ola de problemática de adicción”. “Llegará pasado un tiempo”, asumió, consciente de que desde que se “instaura un problema de adicción hasta que es precisa una atención son necesarios unos años de evolución”, abundó.

Entre las sustancias que más preocupan a la organización en la actualidad también están la cocaína y las anfetaminas, ya que casi una de cada tres personas que han utilizado sus recursos durante 2018 y en lo que va de 2019 lo ha hecho como consecuencia de su adicción a esos estimulantes, en muchas ocasiones de forma combinada con el alcohol.

La Memoria de Proyecto Hombre referida al ejercicio 2018 señaló un aumento en el número de usuarios que recurren a esta organización por consumo de heroína aunque en la actualidad ese porcentaje se mantiene en el 4%. No se trata, a su entender, de un “repunte sustancial”, teniendo en cuenta que en los años 80 y 90 el consumo de esta droga llegó a concentrar hasta el 90% de las atenciones de Proyecto Hombre.

La asociación, que atiende a casi 19.000 personas y en el último ejercicio alcanzó a alrededor de 90.000 gracias a su trabajo de prevención y sensibilización presta especial atención a las personas en situación de exclusión social y alerta sobre la soledad como uno de los principales factores de riesgo en el inicio del consumo de drogas.

MODELO BIOPSICOSOCIAL

Por ello, desde 1984 y mediante un modelo de trabajo biopsicosocial, la entidad trabaja para fortalecer factores de protección como el ocio saludable o el establecimiento de relaciones “significativas” que permitan a estas personas compartir sus “vivencias, sentimientos y sueños” en un entorno “constructivo”.

“Cuando Proyecto Hombre inicia el tratamiento de rehabilitación de una persona no aborda solo la desintoxicación de una sustancia sino que trata de analizar por qué consume, cuál es su entorno familiar y social y cuáles son sus características psicológicas”, puntualizó su máximo responsable.

Mientras en los años 80 o 90 los recursos residenciales concentraban el grueso de la demanda, en la actualidad la prevención es el área más importante en la que trabaja Proyecto Hombre junto a los tratamientos ambulatorios tanto grupales como individualizados y desde 2016 también impulsa la inserción laboral de estas personas a través del Proyecto Insola.

La experiencia de esta entidad está jalonada de historias de usuarios que han salido adelante y de “fracasos y personas que se han quedado por el camino” pero su director se queda con la “mirada en positivo” tanto de las personas que consiguieron superar su problemática de adicción como de la labor “proactiva” de sensibilización y concienciación a la sociedad que lleva a cabo la organización.

Como objetivos a medio y largo plazo, Proyecto Hombre aspira a seguir siendo una “mano amiga para las personas con adicciones en su proceso de recuperación” así como a hacer de la prevención un “área transversal” en el sistema educativo y a continuar sensibilizando a la sociedad sobre la importancia de tomar “soluciones sensatas” en torno al fenómeno de la adicción.