Abascal hizo estas consideraciones tras votar, pasadas las 13.15 horas, en el colegio Pinar del Rey, en el barrio madrileño de Hortaleza. El líder de Vox, que fue recibido con gritos de “presidente” por parte de algunos seguidores de su partido, deseó que este 10-N se celebre “en condiciones de libertad y de normalidad”, al tiempo que agradeció el trabajo que para que esto se produzca realizan la Guardia Civil y la Policía Nacional, “especialmente” los agentes desplazados a Cataluña.

Asimismo, se refirió a que esta jornada los españoles “ejercemos juntos la soberanía nacional” y dijo que espera que “eso siga siendo así: que los españoles, todos juntos, podamos seguir siendo los dueños de nuestro futuro y podamos resolver nuestras diferencias votando en elecciones libres y en elecciones democráticas”.

SIN OBJETIVOS CONCRETOS

En este sentido, deseó que “el resultado de las elecciones sirva para afianzar la unidad de España, la libertad de los españoles y la concordia nacional, alejando cualquier tentativa de divisiones de odio y de enfrentamiento de los españoles”.

En cuanto a sus expectativas para estas generales, Abascal dijo que no tiene objetivos concretos, ya que considera que en la campaña han cumplido su “misión” de poder hablar “con muchísimos españoles, dirigiéndonos a ellos a través de los medios de comunicación, en los debates que ha habido y en mítines multitudinarios”. “Ahora sólo nos queda esperar el veredicto de las urnas y aceptarlo, que sea lo que los españoles quieran”, concluyó.

El responsable de Vox fue el último de los líderes nacionales en votar, ya que a primera hora del domingo lo hicieron en Pozuelo (Madrid) el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. También lo hicieron en las primeras horas de la jornada electoral los cabezas de lista del PP, Pablo Casado, y de Unidas Podemos, Pablo Iglesias.