Los premiados en esta ocasión son: la cantante, actriz y ex campeona de natación Miriam Fernández; el Hospital de Parapléjicos de Toledo; el ex seleccionador nacional de fútbol Vicente del Bosque; Fernando Riaño, director de Relaciones Institucionales y Responsabilidad Social del Grupo Social ONCE y presidente de la agencia de noticias Servimedia; el juez Emilio Calatayud; y los periodistas Javier Espinosa y Mónica García Prieto.

El jurado de esta V edición de los premios Resiliencia consideraron que la cantante y actriz Miriam Fernández , con parálisis cerebral "es un ejemplo de esfuerzo y superación", al igual que el equipo de profesionales del Hospital Parapléjicos de Toledo que "trabaja con una filosofía en la que están muy presentes los conceptos de empoderamiento como potencial de cada persona para alcanzar objetivos y metas por ellas mismas".

Por su parte, Vicente del Bosque, otro de los galardonados, "es un claro ejemplo de esfuerzo, sacrificio, talento, disciplina y solidaridad". Reconoce que “ser generoso es una de las cualidades fundamentales que tiene que tener un deportista, especialmente en el juego en equipo, de conjunto, ya que la generosidad, tanto en la vida como en el deporte, siempre es rentable”.

Mientras que Fernando Riaño, actualmente director de Relaciones Institucionales y Responsabilidad Social del Grupo Social ONCE y presidente de la agencia de noticias Servimedia, ha enfocado su actividad profesional desde la perspectiva de la inclusión de las personas con discapacidad en el ámbito laboral y se ha dedicado a generar conciencia en las empresas a través de fomentar el desarrollo de políticas de Responsabilidad Social Corporativa.

En cuanto al juez Emilio Calatayud ha sido merecedor del premio Resiliencia y Educación por su capacidad de dictar sentencias ejemplarizantes. "Su discurso y forma de ver las cosas, en ocasiones un tanto polémicas, le ha convertido en punto de referencia en el arte de saber educar".

Finalmente, los periodistas Javier Espinosa y Mónica García Prieto reciben el premio Resiliencia y Comunicación por su capacidad de, a pesar de los riesgos, anteponer la tragedia de la guerra a su propia vida, con el único objetivo de levantar una conciencia colectiva sobre los acontecimientos.

El fallo del Premio ha sido emitido por un jurado compuesto por 25 profesionales de reconocido prestigio y pertenecientes a distintos ámbitos de la sociedad.