En el mensaje, los defensores se hacen eco de que “dicho país está atravesando una gran conmoción social e institucional que afecta la convivencia democrática y la coexistencia pacífica del pueblo de Bolivia” y denuncian “inaceptables hechos vandálicos y de violencia". Entre ellos citan saqueos en domicilios de autoridades públicas, destrozos en bienes del Estado y de particulares, amenazas a autoridades y a sus familiares.

En el pronunciamiento, los defensores lamentan “los hechos violentos que han dejado 715 heridos y la muerte de 23 personas, 14 de estas en contexto de la intervención conjunta de la Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas, por lo cual se pide a la justicia boliviana esclarecer cada uno de ellos”.

También llaman “a todos los sectores” a la pacificación y el restablecimiento del Estado de Derecho, a garantizar la libertad de prensa y a respetar la labor del Defensor del Pueblo de Bolivia.