La clasificación la elabora el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB o Financial Stability Board) e incluye aquellos grupos que por su dimensión, actividades o ramificaciones geográficas tienen capacidad de desestabilizar la totalidad del sistema financiero y afectar a la economía en caso de sufrir insolvencias.

Para evitarlo los supervisores exigen huchas de capital extras a estas entidades de entre el 1% y 3,5%, en función de que su estructura y negocio suponga menos o más riesgo para el conjunto del sistema.

En la clasificación actualizada este viernes por el FSB vuelve a repetir JP Morgan Chase como el más penalizado por su mayor riesgo y le demanda un colchón extra del 2,4%. El único cambio frente al listado de 2018, junto a la inclusión del banco canadiense, es que rebaja los requerimientos a Deutsche.

El banco alemán ya no deberá contar con el 2% extra que continúa exigiendo a Citigroup y HSBC, sino con el 1,5% que demanda a nueve entidades entre las que figuran Barclays, BNP Paribas, Goldman Sachs, Wells Fargo a Bank of América.

El Santander se mantiene entre las entidades a las que demanda el menor colchón, del 1%, junto a los 18 bancos restantes –entre ellos se incluyen Toronto Dominion, UniCredit, Credit Suisse, ING Bank, Grédit Agricole o Morgan Stanley-.

En 2017 también eran 30 entidades, pero en 2018 salieron la danesa Nordea y la escocesa RBS, y entró la francesa BPCE.

El BBVA también figuró en la lista durante tres años y salió en el 2015, dejando de estar sujeta al requerimiento de contar con un 1% de colchón de capital extra para cubrir riesgos que le pedían.

A la hora de elaborar el ranking el Consejo de Estabilidad Financiera contempla tamaño, complejidad, interconexión, sustituibilidad y globalidad.