Así lo aseguró durante la inauguración del V Congreso de Ciudades Amigas de la Infancia, que se celebra hasta este martes en Caixa Fórum de Madrid. La iniciativa, surgida en 2004, ya cuenta con 277 municipios adheridos en los que está representada el 42% de la población infantil en España, que tratan de impulsar el papel de los niños, niñas y adolescentes como agentes de cambio.

Según Carcedo, esa educación para la ciudadanía “tiene que llegar a todos los niños y niñas, porque no podemos pretender que de repente a los 18 sean ciudadanos formados”. “Es un desafío más difícil de implementar que cualquier otra política pública”, reconoció.

Durante su intervención, la ministra pidió también que las ciudades sean más “aprehensibles para los niños”. “Tenemos ciudades sólo pensadas para los coches y que expulsan a todo el mundo, pero a los que más expulsan es a los niños”, indicó, poniéndoles “barreras para su vida y su desenvolvimiento”. Por ello, revindicó también dar más participación a los menores y que la sociedad reciba el ‘feed-back’ de lo que proponen los niños.

Durante el panel de inauguración del encuentro también intervino el presidente de Unicef Comité Español, Gustavo Suárez Pertierra, que destacó que la convención de los derechos de la infancia es “un hito revolucionario”, porque asigna a los niños una serie de derechos “que antes eran de otros”. “Uno de esos derechos que destaca es ser escuchados”, recalcó.

El secretario General de la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp), Carlos Daniel Casares, puso en valor las políticas de infancia que se han desarrollado en los 40 años de democracia en España. Aun así, hizo un llamamiento a que “las políticas locales también vayan dirigidas a los niños”.

En este punto apeló a que esas políticas de infancia lleguen a “la red rural”, porque en la España vaciada (hay más de 8.000 municipios en todo el país, y sólo 277 en la red de Ciudades Amigas de la Infancia) “también viven niños y niñas”.

La directora del Instituto Universitario de Necesidades y Derechos de la Infancia y la Adolescencia (Iundia), María Ángeles Espinosa, habló de la importancia de medir el éxito de las políticas de la infancia de cara a los objetivos 2030 de Desarrollo Sostenible. “Además de medir la calidad de vida de la infancia tendremos un punto de partida, los progresos y podremos empoderar a los responsables de políticas de infancia y, sobre todo, para que se rindan cuentas de las políticas locales”, dijo.

En la inauguración también tomó la palabra el subdirector de la Fundación Bancaria “la Caixa”, Marc Simón, que recordó que “la desigualdad tiene un componente local”, por lo que hay que intervenir en relación con los ayuntamientos y también con las entidades sociales, que son “las que ayudan y hacen que los proyectos sean una realidad”.

En este punto, puso como ejemplo el Programa Caixa Pro Infancia, que atiende a niños de 129 municipios con “desigualdad heredara” para lograr que esos niños sean “protagonistas” y “tiren adelante”.