Ampliación

Elegida presidenta del Congreso

Batet reclama “respeto” y “diálogo” para centrar la política en los hechos

MADRID
SERVIMEDIA

La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, reclamó “respeto” y “diálogo” este martes en sus primeras palabras tras su reelección como tercera autoridad del Estado, en una petición a los parlamentarios para que la política se centre en los hechos encaminados a mejorar la sociedad.

Una vez que todos los electos habían acatado la Constitución y, por tanto, adquirido la condición plena de diputados, y resueltas las cuestiones de orden planteadas por varios portavoces que consideraron no válidas algunas de las fórmulas utilizadas por otros electos, Batet dirigió su primer discurso al Pleno de la Cámara.

Tras felicitar a los diputados, quiso evocar "un consejo que forma parte de la cultura cívica y sentimental de muchas generaciones jóvenes, y que nos recuerda la gran responsabilidad que acompaña al ejercicio del poder. El poder nos da cosas tan importantes como la capacidad de cambiar el mundo, pero no nos da otras que son igual de importantes. Por ejemplo, el poder no nos da la razón, y eso nos obliga a la prudencia".

Por ello, además de agradecer la confianza, prometió usarla "al servicio de los intereses generales", velando por el buen funcionamiento de la institución "principal en democracia", la que procede directamente de la voluntad popular.

Una gran responsabilidad, advirtió, que exige trabajar para cumplir los objetivos de la tarea parlamentaria "sea cual sea nuestra posición y la del grupo político al que cada uno pertenecemos", y esa tarea es "representar a los ciudadanos, pero con el propósito de desarrollar eficazmente las funciones que la Constitución atribuye al Parlamento y que se concretan en hacer realidad las políticas que demanda nuestra sociedad".

Batet se mostró convencida de que la razón que ilumina en política es "la que nace de la deliberación entre quienes tienen diferentes visiones, valores e intereses". "Nos traen aquí nuestras diferencias, y paradójicamente unidos por aquello que nos separa, es aquí, en este espacio de representación y deliberación, donde emerge la comprensión de la verdadera naturaleza de los valores compartidos, de los intereses generales. Una comprensión que debe nacer de la escucha y del diálogo con quienes piensan diferente, o contrario, a lo que nosotros pensamos".

"LO VERDADERAMENTE REVOLUCIONARIO ES EL RESPETO"

Para la calidad del trabajo parlamentario considera esencial el respeto, y apeló a las palabras de Fernando de los Ríos en la Cámara cuando dijo que "en España, lo verdaderamente revolucionario es el respeto". Resulta "asombroso", dijo, que después de lo vivido y padecido, esas palabras sean aún "actuales".

"El respeto no es un adorno, sino un valor sustantivo de la actividad humana en general, y de la actividad política en particular. El respeto es un valor exigente, es activo, impone contención y consideración; y conviene empezar por respetarse a sí mismo", alertó.

Reprodujo a continuación el consejo que Don Quijote da a su escudero elevado a gobernador: "Has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse". "Del conocerte saldrá el no hincharte como la rana que quiso igualarse con el buey".

"Nos conviene a todos saber quien habla desde la tribuna de oradores, pero sobre todo le conviene saberlo al que habla. No es prudente encumbrarse demasiado, no solo por decoro, sino porque a ciertas alturas falta el oxígeno y, sin oxígeno, falla el razonamiento", y como ella misma dijo en la legislatura anterior, "ni siquiera la mayoría es el pueblo, y por supuesto tampoco lo es la minoría, así que mucho menos ninguno de nosotros individualmente. Quizá la medida del decoro sea acompasar el tamaño de nuestras palabras al de nuestros actos. Individual y colectivamente".

Batet subrayó que hay "muchas cosas valiosas que preservar" y que el deber generacional de los parlamentarios actuales es "mejorar" la sociedad heredada de las generaciones anteriores. Para ello "debemos ponernos manos a la obra", "y la obra, en política, empieza por el respeto y el diálogo".

En un Congreso especialmente fragmentado, Batet subrayó que el diálogo es en la política "lo que el trabajo de investigación básica es en la ciencia", y recordó a Margarita Salas cuando afirmaba que de esa investigación básica "pueden salir resultados aplicables que no son previsibles a primera vista, y sin embargo salen". "Invirtamos, pues, en respeto y diálogo leal, porque de esa inversión estoy segura que saldrán resultados".

"Obras son amores", dijo a los diputados, "se honra al Congreso y a la democracia, en los actos, en nuestros actos como diputados y diputadas. Y ese es mi compromiso, que espero cumplir con la ayuda de todos ustedes y de todas las personas que trabajan en esta casa. Con responsabilidad y con respeto", concluyó, dando las gracias en castellano, en catalán, en gallego y en euskera.

(SERVIMEDIA)
03 Dic 2019
CLC/MML/pai