Ambos lanzaron este llamamiento en un acto conjunto celebrado en un hotel madrileño horas antes del cierre de campaña de cada uno de los partidos. Ante decenas de fotógrafos y cámaras de televisión, los dos candidatos se fundieron en un abrazo, en una imagen que culmina la aproximación de ambas fuerzas desde que suscribieron el acuerdo.

Almunia, que ocupó la tribuna después de Frutos, recordó que la victoria del PSOE e IU es la única alternativa al proyecto "de la derecha conservadoa apoyada por los nacionalistas", pero necesita los votos "de todos los progresistas, sin que se pierda ni uno solo, sin que ni una sola abstención vaya a contribuir a que la derecha siendo minoritaria pueda gobernar, y sin que nadie que sienta los valores de la izquierda deje de votar a la izquierda".

En esta misma línea, Frutos aseguró que la izquierda, "desde la más moderada hasta la más radical", deben acudir a las urnas. "La izquierda no se puede quedar en casa. Sería un derroche de votos que pueen contribuir a comenzar una nueva etapa" mediante una mayoría de izquierdas "sólida, crítica y activa".

Frutos pidió a los ciudadanos "que nos den la fuerza necesaria para iniciar esta nueva etapa". "Yo les garantizo que no les vamos a defraudar, que seremos consecuentes con lo que hemos acordado", y que cada partido, desde su soberanía, seguirá trabajando "todo lo convergentemente que sea posible" para trasladar al Gobierno la mayoría progresista.

"GUIA PARA GOBERNAR"

Almunia salió al paso imlícitamente de las críticas vertidas contra el acuerdo, al reiterar que la base programática acordada garantiza "una guía para gobernar", y acusó a los dirigentes del PP de intentar trasladar a la sociedad la imagen de desunión entre ambas fuerzas.

El acuerdo, dijo, ha logrado ilusionar a los electores. "El PP lo sabe y por eso lo ha intentado todo: nos han descalificado, han predicado el miedo, han rehuido el debate, han disuadido de la participación, han utilizado la televisión pública hasta la vergenza y el hastío, han intentado sembrar cizaña, anegar entendimientos, segar esperanzas, pero han fracasado y se les nota".

El líder socialista insistió en que las dos fuerzas son conscientes de que "es más fuerte y más profundo lo que nos puede unir en la construcción de un país más justo, que lo que nos diferencia en algunos aspectos de ese camino".

Francisco Frutos esgrimió argumentos parecidos al reafirmar "el acierto" de suscribir el acuerdo porque, entre otros logros, ha frenado el intento el PP de hacer "una campaña plana" y ha obligado al partido del Gobierno a "bajar al terreno de las propuestas concretas", muchas de las cuales, añadió, "han caído en la demagogia o podían haberlas hecho hace mucho tiempo".

El candidato de IU destacó que el acuerdo ha trasladado a la sociedad el mensaje de que España va bien "para unos pocos" y "regular o mal" para la mayoría, y criticó duramente la negativa del PP a debatir sus propuestas.

Esta negativa, aseguró, supone "un déficit democrático qe no no habla bien de la capacidad que pueda tener José María Aznar y el PP para desarrollar la democracia en este país y para que la democracia sea algo de todos".

Para Frutos, esta actitud del PP ha incrementado el logro del acuerdo de permitir que la sociedad "hable más de política", de sus problemas y de sus posibles soluciones, y ha fomentado que los partidos informen a los ciudadanos de sus proyectos.