Tras asegurar que "nuestro país no necesita barullos", el candidato popular se ha preguntado cuántos españoles se quedarían sin empleo si la izquierda logra gobernar e imponer sus "disparatadas recetas" económicas, en alusión al programa conjunto de socialistas e IU.

Después de celebrar su tradicional mitin en Valladolid, Aznar ha viajado a la capital donde, desde las 19.00, se ha celebrado un mitin-fiesta con actuaciones musicales ante 15.000 personas en el pabellón de Deportesde la Comunidad de adrid.

El jefe del Ejecutivo ha llegado al pabellón cuando estaba en el uso de la palabra la "número tres" por Madrid, Esperanza Aguirre, y justo antes de que comenzara a hablar Rodrigo Rato, quien ha asegurado que "si la campaña dura un poco más a Almunia sólo le va a acabar votando Arzalluz".

Aznar ha utilizado el último cuarto de hora del día para transmitir un mensaje de la España en positivo, como viene haciendo toda la campaña que hoy se cierra, frente a la de la incertidmbre que representan los socialistas.

Ha pedido el voto para "consolidar lo que hay" y no que se vaya a los socialistas, lo cual supondría "una vuelta atrás". Aznar ha insistido en pedir el sufragio de "la España optimista, vital, creadora, innovadora, que es capaz de crear empleo y bienestar, y que es la mejor de Europa".

Una y otra vez, el candidato popular ha reiterado su mensaje de la España ganadora y la perdedora, para señalar que esta última la representan los socialistas e IU, y ha pedido"confianza en un proyecto de centro que, desde la moderación y el equilibrio tiene que gobernar España".

Al acabar el acto, que ha estado amenizado por un grupo de salsa y que, en las inmediaciones a congregado desde primeras horas de la tarde a miles de personas, José María Aznar ha resumido su mensaje diciendo que quiere gobernar "para seguir trabajando honradamente por una España mejor".

Luego, todos los candidatos y los llamados "esquineros" (militantes que han hecho proselitismo por las calls en esta campaña), auténticas estrellas de la noche en todos los discursos que precedieron al de Aznar, han posado sobre el escenario para las cámaras de TV y fotógrafos.