Así lo dijo Arce en una jornada sobre previsión social complementaria organizada por EY y por Mapfre en la que se encargó de presentar un análisis del Banco de España sobre el sistema público de pensiones.

Según un cálculo actuarial del Banco de España, el sistema público de pensiones genera una rentabilidad superior al 2% para un cotizante con una carrera laboral larga. “Mientras se pospone la edad de jubilación, el retorno va aumentando de manera monótona hasta que se llega a 65 años, y a partir de ahí, se producen descensos del retorno de participación en el Sistema”, explicó Arce.

Por ello, consideró que esa opción de trabajar más allá de la edad legal “no se ve suficientemente incentivada a la luz de este ejercicio numérico”, con lo que abogó por “aumentar incentivos” para alargar la carrera laboral.

Además, señaló que el potencial de crecimiento de la economía española a medio y largo plazo oscilará entre 1% y 1,5% anual a medio plazo y largo plazo, y tanto esta tasa como el tipo de interés real de la economía están “claramente por debajo de la tasa de retorno del sistema de pensiones”.

En consecuencia, Arce dijo que si se quiere mantener el mismo grado de generosidad que tiene el sistema en estos momentos “necesariamente conlleva allegar más recursos financieros de otras partes de la economía”.

AUMENTAR EL EMPLEO

Por otra parte, apuntó que elevar la tasa de empleo del 61% actual hasta el 80%, un nivel “verdaderamente ambicioso, seguramente poco realista”, mitigaría aproximadamente la mitad del impacto del envejecimiento poblacional.

Pero agregó que “no cabe pensar que mejoras en el mercado de trabajo per se vayan a ser por sí mismas suficientes para cerrar ese desajuste entre ingresos y gastos”.

Este responsable del Banco de España señaló que hay muchas dimensiones “a mejorar” como es la tasa de paro estructural o la productividad y dio por seguro que “la demografía va a requerir ajustes adicionales”.

También consideró que la política fiscal se verá afectada, puesto que las bases impositivas de los impuestos indirectos dependen del tipo de cesta de consumo y “sabemos que lo que consumen las personas mayores es muy distinto a lo que consumen las personas jóvenes”.

Arce también hizo una referencia al sistema financiero y al asegurador para considerarles partícipes a la hora de proveer más recursos para la jubilación, y en este sentido, apostó por productos como pueden ser la hipoteca inversa o los alquileres de nuda propiedad, que sean “competitivos” y “responsables” pero que permitan afrontar los gastos cotidianos en la jubilación con mayor holgura.

En cualquier caso, Arce consideró que en pensiones se requieren “reformas estructurales” que aumenten la participación laboral, la productividad, que se mantenga “cierto carácter contributivo” del sistema, se posibiliten políticas de inmigración flexibles de acuerdo con las necesidades del mercado laboral, y que el Sistema sea “más transparente” y “más previsible” para el ciudadano respecto a la prestación que cobrará. En su opinión, la sostenibilidad debe ser financiera, social y debe haber equidad entre generaciones.

Por su parte, el socio de EY en el área de ‘People Advisory Services’ y ex secretario de Estado de Empleo, Juan Pablo Riesgo, consideró que si España equiparara su tasa de ocupación de los mayores de 55 años a los países más avanzados de la OCDE podría incrementar un 15% su PIB.

Además, indicó que hoy en día menos de un 10% de los trabajadores son titulares de planes de pensiones de empresa, cuyos fondos acumulados se limitan a 34.000 millones de euros. A la luz de estos datos de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco), abogó por aumentar la previsión social complementaria de los trabajadores.