La ONU ha incrementado sus funciones en el país más grande de África, que podría dividirse en dos, desde los preparativos para la votación hasta, caso poco probable, la reaparición de la guerra en Sudán.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, elogió a las autoridades del Gobierno nacional y del sur de Sudán por sus esfuerzos para garantizar que la votación se celebre en un ambiente de paz y cooperación.

No obstante, en un informe enviado al Consejo de Seguridad de este organismo, Ban señala que "en el improbable caso de que el referéndum genere violencia a gran escala" unos 2,8 millones de personas podrían abandonar sus casas y otros 3,2 millones se verían afectados por desajustes en el comercio y en la prestación de servicios sociales.

En este escenario, Ban afirma que serán necesarios 63 millones de dólares (48,8 millones de euros) para proporcionar ayuda de emergencia a las personas necesitadas.

La Misión de las Naciones Unidas en el Sudán (UNMIS), creada en 2005 para apoyar el Acuerdo General de Paz, que enterró 20 años de guerra entre el norte y el sur del país, cuenta actualmente con casi 10.000 efectivos, pero será reforzada en el caso de que se deterioren las condiciones de seguridad.

Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha almacenado comida en más de 100 puntos estratégicos para alimentar a un millón de personas durante seis meses, ante la posibilidad de que haya una oleada de sudaneses del sur que retornen a sus lugares de origen si esta región se independiza.

No obstante, la ONU apunta que unos 120.000 sudaneses del sur ya han vuelto en las últimas semanas en barcazas y autobuses cargados de camas, colchones, sofás, sillas, mesas, utensilios de cocina, láminas de hierro, radios, televisores, frigoríficos y pequeños generadores.

"Esperamos que vuelvan muchos más en los próximos meses, tras el referéndum. Muchos de los repatriados que han vivido en el norte desde hace años dicen que han dejado atrás el miedo a lo desconocido y quieren la oportunidad de empezar de nuevo en el sur natal", señala la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

A este respecto, Ban apunta que entre 1,5 y 2 millones de sudaneses del sur viven en el norte y se muestra preocupado ante la posibilidad de que "un número significativo" de estos ciudadanos se conviertan en apátridas tras el referéndum.