Lo dijo en rueda de prensa al ser preguntado por la posibilidad de que la investidura concluya el día 5 de enero, víspera de la Pascua Militar que tradicionalmente protagoniza el jefe del Estado, que coincidiría, por tanto, con la toma de posesión del nuevo presidente del Gobierno.

Son fechas "complicadas", reconoció Bal, pero no solo por la celebración de esa festividad en la que el monarca debe tener el protagonismo "en solitario", sino también porque obligaría a alterar vacaciones previstas de trabajadores del Congreso de los Diputados y de los periodistas que cubren esa información.

Bal se preguntó si acaso Sánchez tiene "un poco cogido con alfileres" el acuerdo con sus potenciales socios y por eso no puede aún confirmar la fecha en la que será el debate de investidura, ya que tampoco explican su contenido.

Considera que elegir esas fechas no es "dar la cara" sino más bien al contrario, "esconder" ese debate en un momento en el que los españoles están disfrutando de sus vacaciones o preparando los regalos de sus hijos para la noche de Reyes. Barajar esas fechas, insistió, no es algo que hable bien de Sánchez.

Justo este lunes la Mesa del Congreso de los Diputados habilitó los días 28, 29 y 30 de diciembre por si fuera necesario celebrar ese debate esos días, ya que al ser fin de semana y lunes, días diferentes a los que, según el Reglamento, se celebran las sesiones plenarias en periodo ordinario, requieren de habilitación expresa.

En el caso de celebrarse en enero, la convocatoria recaería íntegramente en las facultades de la Presidencia del Congreso, ya que sería fuera del periodo ordinario de sesiones, que concluye el 31 de diciembre.