Agentes de la Policía Nacional iniciaron una investigación en diciembre de 2019, en el marco de un dispositivo contra el tráfico de drogas en narcopisos, cuando interceptaron un vehículo con dos ocupantes en el madrileño barrio de Valdebernardo. Tras el registro del vehículo comprobaron que los dos conductores, que fueron detenidos, portaban en el maletero más de cuatro kilos de heroína repartida en ocho paquetes y escondida en el interior de sacos de comida para perros.

Los agentes averiguaron que los ocupantes del vehículo formaban parte de una red criminal que disponía de vehículos caleteados para el transporte de las sustancias estupefacientes, según un comunicado de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Una vez detectado el lugar desde el que operaban, en Toledo, la Policía Nacional comprobó que la organización disponía de un domicilio en el que habían preparado dos plantaciones 'indoor' de marihuana.

Tras el registro, se desmantelaron dos plantaciones y se intervinieron 217 plantas de marihuana y diez kilos de la misma sustancia en cogollos. En el lugar, se encontraban otros dos integrantes del grupo, que también fueron detenidos por un presunto delito contra la salud pública. Además, a este registro se sumaron otros, en otra investigación paralela en Puente de Vallecas, en la que se incautaron más de 100 plantas de marihuana, casi diez kilos de cogollos y varios elementos técnicos para su cultivo.