En una entrevista en la Ser recogida por Servimedia, aseguró que el presidente, Pedro Sánchez, “acierta” al no recibir a Guaidó, y se mostró convencido de que el enfoque sobre Venezuela “antes o después tendrá que cambiar en muchas actitudes, en muchas cabezas”.

Denunció que hay “mucha desinformación” y que en sus 38 visitas al país desde 2015 ha comprobado que promover sanciones económicas “para que un pueblo las sufra” con la pretensión de derrocar a un Gobierno sin apelar al entendimiento “entre dos sectores de la sociedad” no es más que “un error”.

A partir de lo ocurrido en Iraq, dijo, y aunque la situación en América Latina sea diferente, el principio de legalidad internacional y de salida pacífica de los conflictos “debe tener más vigencia que nunca”.

Celebró, en ese sentido, que Sánchez fuera “prudente” en el reconocimiento de Guaidó como presidente encargado de convocar elecciones, pero apuntó a que en el futuro “se estudiará con detenimiento” la situación generada.

En Venezuela, dijo, hay un Gobierno que es el que da los visados a los visitantes y el que tiene “el control de la autoridad”, y Estados Unidos ha dado activos “a unos señores que no tienen ningún título más que se reconocieron”, y ahora hay “miles de millones que están por ahí”, con una situación “insólita” para la seguridad jurídica. Sin entrar en “quienes son mejores o peores”, aseguró que no hay precedentes de la situación generada por la comunidad internacional.