También solicitó que se lleve a cabo una campaña de sensibilización para el uso de agua corriente en la hostelería madrileña y que se amplíe y mantenga la red de fuentes públicas de la ciudad.

La propia Almudena Grandes, en su pregón de San Isidro en 2018, decía que “Madrid hace a sus hijos dos regalos en el instante de su nacimiento. Uno es el agua, la incomparable delicia de beber directamente del grifo. El otro es el anonimato”.

López incidió en el sabor único del agua de Madrid y lo consideró “un tesoro que tenemos la obligación de proteger, valorar y dar a conocer”. Se trata de que “nuestra ciudad no se quede atrás en la defensa de su agua” y de que “se predique con el ejemplo”, haciendo que toda la que se beba en sus edificios sea de grifo, haciendo más fuentes públicas y manteniendo convenientemente las que ya existen.

Además, la edil sostuvo que es preciso hacer que los hosteleros “se sumen a nuestra labor, que sean los embajadores de nuestra agua, que no la sientan como una amenaza sino como un atractivo más”, para ello propuso “convencer, no obligar, porque no hay nada más fuerte que la convicción” y en este sentido plantea llevar a cabo una campaña que persuada a los hosteleros de que se sientan orgullosos de nuestra agua y “la den incluso sin que se la pidan”.

“Hagamos del agua de Madrid una seña de identidad. Hagamos que nuestra agua sea la mejor marca Madrid”, concluyó Enma López. La propuesta fue aprobada por unanimidad.