Según informó este miércoles la Policía Nacional la primera parte de la operación comenzó el pasado verano, cuando agentes del CTI colombiano en colaboración con la DEA tuvieron conocimiento de los contactos entre un grupo de Macedonia del Norte y organizaciones colombianas productoras de clorhidrato de cocaína. Ambos clanes estaban planificando el envío de 700 kilogramos de cocaína por vía marítima desde Colombia a Europa, entrando por España para su posterior distribución a diferentes países.

Gracias al intercambio de información entre CTI, DEA y Policía Nacional, y en colaboración con las autoridades de Macedonia del Norte, se iniciaron las investigaciones en España para determinar las personas involucradas e intervenir la sustancia ilícita antes de su distribución.

Fruto de esta investigación, se tuvo conocimiento de la fecha de entrega del estupefaciente en la localidad de Alcalá de Henares, estableciéndose un dispositivo policial para detener a las tres personas que participaban en el mismo, siendo uno de ellos el representante de la organización criminal macedonia. De manera coordinada, las autoridades de ese país procedieron a la detención de dos personas, una de ellas el hermano del detenido en España, que habían participado en la planificación y organización del envío.

La segunda parte de la operación, coincidiendo en el tiempo con la primera, tuvo lugar tras observar como uno de los ahora detenidos en Macedonia, hermano del líder de la organización, se había desplazado hasta Brasil en compañía de un tripulante alemán para poner a punto una embarcación francesa para lo que parecía una larga travesía. Dicha embarcación permaneció amarrada hasta noviembre en el puerto de la ciudad de Fortaleza, comprobando cómo la misma estaba siendo alistada, lo que unido a la intensificación de las reuniones que estaban manteniendo alertó a los investigadores a que la misma iba a zarpar en cualquier momento.

A finales de noviembre la embarcación partió con destino a la isla de Martinica y una vez allí hasta Europa, habiendo recibido previamente la sustancia estupefaciente en unas coordenadas próximas al Caribe. En la travesía tenía que trasladar la sustancia estupefaciente a otra embarcación para introducirla definitivamente en territorio europeo, por lo que cuando se encontraban próximos a las Azores, a mediados de este mes de enero, fue abordada.

En una primera inspección superficial se pudo observar que portaba aproximadamente 1.500 kilos de sustancia estupefaciente, yendo a bordo de la embarcación dos tripulantes. Una vez trasladada a Portugal fue inspeccionada más en profundidad, pudiendo encontrar en el interior 1.630 paquetes de sustancia estupefaciente repartidos por la embarcación con un peso bruto de 1.820 kilos.