De este modo, la jefa de la diplomacia española hará su presentación como tal ante las instituciones sitas en Bruselas, aunque ésta no será su primera presencia en la capital comunitaria desde que es ministra, ya que el pasado día 20 enero asistió a la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE.

González Laya abrirá su agenda en Bruselas con un encuentro con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en un momento en que arrecian las críticas desde EEUU para que los aliados alcancen el 2% del PIB en defensa en una década, algo que se acordó en la cumbre de la OTAN celebrada en Gales en 2014.

España se ha comprometido ante la OTAN a gastar el 1,53% de su PIB en 2024, es decir, algo más de 18.000 millones de euros. Este compromiso se queda lejos del 2% que los países de la OTAN -España incluida- se fijaron como meta en la referida Cumbre de Gales de 2014. No obstante, supone prácticamente duplicar el porcentaje actual que España destina a defensa y que actualmente se sitúa alrededor en el 0,92% del PIB.

España siempre ha defendido que el compromiso de los aliados no debe medirse exclusivamente por criterios financieros, sino atendiendo también a las capacidades militares aportadas y a la participación en operaciones.

Posteriormente, Robles recibirá a los eurodiputados españoles, cuando la Eurocámara se ha quedado con 705 diputados tras el 'Brexit'.

Ya el jueves la ministra mantendrá diversas reuniones con varios comisarios europeos y autoridades de las instituciones comunitarias. Lo hará después de que este viernes se consumara la salida de la UE del club comunitario y de que el Gobierno planteara al negociador jefe de la Unión Europea para el 'Brexit', Michel Barnier, su punto de vista sobre la orientación de la negoción 'postbrexit'.

González Laya cerrará su agenda con un encuentro con el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, una reunión que se produce cuando en esa institución está tramitándose el suplicatorio de Carles Puigdemont y Toni Comín y después de que se haya reconocido a Clara Ponsatí como eurodiputada, haciendo valer la sentencia del Tribunal de Luxemburgo, a pesar de que la Junta Electoral Central (JEC) declarase vacante su escaño.