En su comparecencia ante la comisión del Congreso para explicar los planes de su departamento para esta legislatura, la ministra aludió al contencioso arancelario entre Washington y Bruselas.

Dijo que el Gobierno está trabajando intensamente para defender los intereses de las empresas españolas desarrollando una intensa agenda en el marco de la Comisión Europea que tiene el mandato de negociar un acuerdo con EEUU, “pero también una agenda bilateral con la administración estadounidense que esperamos se concrete en una resolución lo antes posible que sea beneficiosa para nuestras empresas”.

Tras las sanciones anunciadas en octubre, el Gobierno inició una ronda de contactos bilaterales con miembros de la embajada estadounidense en España y altos cargos del Gobierno de Trump. Son esos contactos los que Maroto espera que cuajen en un resultado positivo para los intereses españoles, que deberían sustanciarse en el fin de las medidas arancelarias que están dañando particularmente a los sectores españoles del aceite de oliva y el vino.

La titular de Industria aseguró que el Gobierno ha situado la internacionalización de la empresa española como una prioridad en su agenda política y “más si cabe en estos momentos en los que nos estamos enfrentando a un resurgimiento del proteccionismo, lo que ha generado importantes tensiones en la escena comercial internacional”.

“Los conflictos comerciales, además de tender al corto plazo, no benefician a nadie y perjudican tanto a productores como a consumidores. Un perjuicio que está notando muy especialmente el sector agroalimentario español por la imposición de aranceles por parte de EEUU por el caso Airbus”, agregó.